Publicado el 15 de noviembre de 2006 en el diario El País, el texto que nos disponemos a
comentar, escrito por la periodista y novelista Elvira Lindo, se estructura
externamente en un título (“Doña Rosita”) y un único párrafo compuesto por
múltiples enunciados.
Este texto plantea como tema la mala educación de
los adolescentes actuales. En resumen, este artículo cuenta, a partir de un
grupo de estudiantes que van a ver la obra de teatro Doña Rosita, que los adolescentes del siglo XXI no tienen
educación, no respetan a los actores ni a los profesores ni a las personas
mayores. Asimismo, muestra su falta de saber estar en el teatro. Comenta también
el aspecto físico que imitan de sus ídolos. Termina aduciendo que es una
actitud generalizada, donde no importa la clase social, y que la solución a
este problema es poco menos que imposible.
En cuanto a la distribución de las ideas, es decir,
la estructura interna, distinguimos tres partes constitutivas:
§
En la introducción o planteamiento, que abarca
las tres primeras líneas (hasta "...niños de guardería"), se presenta
el tema de la mala educación de los jóvenes a partir de una situación real: un
espectáculo teatral del que se nos ofrecen algunos datos (título de la obra,
lugar de la representación y tipo de espectadores que asisten). Se trata de una
obra cómica a la que acude la propia articulista ("Los observo desde el
entresuelo...").
§
En el desarrollo, que comprende desde "Un
empleado del teatro..." hasta "...el viejo cuenta", se relata en
presente lo acaecido durante esta representación, lo que constituye una muestra
del pésimo comportamiento de los adolescentes.
§
En la última parte (las tres últimas líneas) se
llega a la conclusión de que la falta de educación de los jóvenes de hoy en día
está condenándolos a no encontrar salida a su situación.
La tesis, ubicada al
final del artículo –por lo tanto, explícita-, podría enunciarse así: la mala
educación de los jóvenes actuales no tiene vuelta atrás (“los que esta mañana
despliegan su mala educación son los hijos de los pobres y para ellos no hay
retorno, es algo que ya está socavándoles el futuro”). Así pues, podemos
aseverar que el texto presenta una estructura sintética o inductiva en la que
destaca la aportación de argumentos desde una perspectiva predominantemente
narrativa.
Estos argumentos son
de diverso tipo. En primer lugar, encontramos de experiencia personal, el cual es
el argumento con más fuerza del texto puesto que, gracias a él, nos lleva a la
conclusión. Otros argumentos, como son las citas en estilo directo: "Mira,
si no te interesa...", en la l.7; "Como son los hijos de los
ricos...", en la l.20; y en estilo indirecto: "Las chicas [...] defienden
con vehemencia...", en la l. 17. También se agregan algunos ejemplos de
malos modales: "El joven inadaptado [...] se toma su tiempo", "El
público no calla"; o datos estadísticos: "Cada vez que aparece el
primo de Doña Rosita [...] las chicas le silban como locas".
Para terminar de
analizar los elementos que dan coherencia al texto, hablaremos de la progresión
temática, que es de temas enlazados, puesto que a partir del tema Doña Rosita aporta el rema de los
adolescentes que van a ver la obra; de ahí nos lleva a su mal comportamientos (con
diversos ejemplos) y de este rema convertido en tema llegamos a la conclusión
de la falta de remedio en la falta de educación.
Tenemos ante nosotros un artículo escrito por
Isabel Vicente en el periódico Información
y publicado el 6 de marzo de 2011.
Este artículo tiene como tema el análisis del
comportamiento violento y machista de algunos jóvenes.
Podríamos resumir su contenido diciendo que, según
dice el texto, las chicas jóvenes siguen prefiriendo para sus relaciones
sentimentales a los chicos con un comportamiento al margen de la educación y
las buenas costumbres, chicos que incluso las controlan en su comportamiento. Sin
embargo, los pequeños defectos de la juventud se convierten en defectos
permanentes y más acusados con el tiempo. Asegura el artículo que es
aconsejable que las jóvenes no se dejen controlar por sus novios, ya que no se
tratan de muestras de amor y en un futuro las consecuencias pueden ser más
graves.
En cuanto al esquema organizativo del texto,
empezaremos por hablar de su estructura externa. El texto presenta un titular “Defectillos”
y un cuerpo o desarrollo formado por treinta y tres líneas divididas en siete
párrafos de desigual extensión.
A nivel de estructura interna, podemos diferenciar
en el artículo tres partes:
·
Una introducción (líneas 1-8), donde plantea las
preferencias de las jóvenes por cierto tipo de hombre, y su actitud indulgente
en relación con sus defectos. También advierte sobre los novios controladores.
·
Un cuerpo argumentativo (líneas 8-18). Aquí muestra
sus argumentos en contra de esa actitud, que se inicia con su rechazo y el
aserto que anuncia la conclusión (“aquí nadie cambia, solo se empeora”).
·
Y una conclusión (líneas 19-22), localizada en
el último párrafo. Esta dice que un joven violento, si no se le impide, seguirá
siéndolo cuando sea adulto.
Al ver la estructura interna del texto, podemos
pasar ya a hablar de la progresión temática del mismo. En este caso se trata de
una progresión de tema constante, el cual es que es imposible cambiar los “defectillos”
de un chico. Sus remas son todos los casos concretos que aporta, así como su
experiencia y su opinión sobre el tema.
En cuanto a la tesis del texto, pensamos que es
explícita: “El que es machista, violento y posesivo a los 20 años, acabará, si
le dejas, maltratándote a los 30 y maldita la gracia que tiene eso”, localizada
en el último párrafo.
A la vista de lo anterior, se puede considerar que
el texto tiene una estructura sintetizante-inductiva, dado que la tesis/conclusión
se halla al final del texto.
Por último, solo nos queda hablar de los argumentos
en los que se apoya la autora para defender su tesis. Principalmente, utiliza
argumentos de ejemplificación (“El feo se hace más feo”, “El misterioso y
taciturno se hace aburrido”, “El juerguista ligón se escapará de farra”, “Si
ahora es antipático…”, “Si en las primeras citas…”, “El que es borde, grosero y
egoísta…”), todos ellos en el cuerpo argumentativo del texto.
Asimismo, encontramos argumentos de datos: la
encuesta y el reportaje con los que empieza el texto. Otros argumentos son el de
experiencia personal (“Si algo hemos aprendido en mi generación es…”, líneas 14-15)
y el argumento sapiencial: “Las ranas, por mucho que las beses, siguen siendo
ranas” (líneas 26-27).
Por su estructura externa, este artículo
periodístico de opinión de veintidós líneas, publicado en un diario de tirada
nacional como es El País, distribuye
su contenido en dos párrafos de extensión desigual.
Elvira Lindo plantea el tema de la defensa de los
juegos grupales y en la calle como algo necesario para la educación social de
los niños.
El resumen del texto sería el siguiente: Elvira
Lindo comenta un informe de expertos americanos que recomienda los juegos
grupales y al aire libre. Tras lamentarse de la inseguridad actual en las
calles de las ciudades y del excesivo número de horas que los niños americanos
y españoles pasan delante de las pantallas, la autora sostiene que los juegos
al aire libre son totalmente compatibles con el uso de las máquinas en el
proceso de la educación social de los niños.
Su estructura interna no se corresponde exactamente
con su estructura externa, pues los dos párrafos ya señalados organizan su
contenido según el esquema clásico de los textos argumentativos:
•
Introducción o presentación. La autora, Elvira
Lindo, señala el tema del que va opinar en el texto: un informe de educadores y
psicólogos americanos insiste en la necesidad de los juegos infantiles grupales
y en la calle (líneas 1-3 del primer párrafo).
•
Cuerpo de la argumentación o desarrollo: la
autora expone los datos, argumentos y ejemplos que sustenta en su argumentación
(desde la línea 3, párrafo primero, hasta el punto y seguido de la línea 15,
párrafo segundo).
•
Conclusión. Elvira Lindo expone la tesis
planteada en su artículo: la defensa de los juegos grupales y en la calle como
algo compatible con el uso de los ordenadores (últimas cinco líneas del texto,
desde el punto y seguido de la línea 15, párrafo 2º).
Por consiguiente, el texto presenta una estructura
inductiva o sintetizante, donde tras la exposición de los datos o ideas
particulares sobre los juegos infantiles, se expresa la idea principal o tesis
defendida por la autora.
Los argumentos en los que se apoya Elvira Lindo
para defender su tesis son, sobre todo, de ejemplificación (“Jugar en la calle.
Jugar en grupo”, línea 1; “ordenador o una playstation ni tampoco el juego
organizado por los padres”, líneas 5-6; “partidillo de fútbol en la calle, a
las casitas o al churro-media-manga”, línea 17). Pero también se sirve de
argumentos de datos (“un niño americano… siete horas y media… los niños
españoles… tres”) y de autoridad (Rodríguez Ibarra), aunque en este caso
serviría más bien de contraejemplo, ya que la autora no comparte su opinión.
En cuanto a la progresión temática del texto,
podemos decir que se trata de tema constante, puesto que el tema que aparece a
lo largo del texto es “jugar” y los remas, o informaciones nuevas, serían los
tipos de juegos, la necesidad de jugar en la calle y en grupo, y la
compatibilidad de estos juegos con los juegos de pantalla o individuales.
El artículo "¿Qué estudias? Igualdad", de
Josep María Espinàs, publicado en El Periódico
de Cataluña el 7 de abril del 2010 trata el tema de la crítica a la
propuesta de la ministra de Igualdad de introducir una asignatura sobre
igualdad en la Universidad.
En resumen, la ministra de Igualdad ha propuesto
incluir estudios sobre igualdad de género y feminismo en todas las carreras
universitarias, de forma obligatoria y transversal; pero esto no parece
adecuado ya que la función de la Universidad es formar, para educar (en
igualdad) ya está la familia y las etapas escolares.
La estructura externa está formada por seis
párrafos, que no coinciden con la estructura interna, en la que podemos
distinguir tres partes temáticas: introducción, desarrollo y conclusión.
La introducción comprende los dos primeros
párrafos, en los que se dan indicios del tema a tratar, aunque más bien sería
el asunto: se va a hablar del Ministerio de Igualdad, para criticarlo. El primer
párrafo plantea la inadecuación en el nombre de algunos ministerios (idea
secundaria) y lo justifica mediante el argumento del ejemplo. La idea esencial
la encontramos en el segundo párrafo y es la sorpresa por la existencia de un
Ministerio de Igualdad, al que se critica mediante un argumento lógico: para
que fuera igualitario debería estar dirigido por un hombre y una mujer.
El desarrollo comprende los párrafos tercero,
cuarto y quinto, y comprende el cuerpo argumentativo. Las ideas esenciales las
encontramos en los párrafos tercero y quinto: la propuesta de la ministra de
Igualdad de incluir esta asignatura de forma obligatoria y troncal en los estudios
universitarios y el rechazo que le produce esta idea al autor. Como ideas secundarias,
todo el párrafo cuatro, donde, mediante el argumento de ejemplo expone (irónicamente)
las consecuencias de seguir la propuesta de Bibiana Aído, o el argumento de
cita del párrafo cinco en el que utiliza las palabras de un político para
reforzar su argumentación contraria a la ministra.
Por último, la conclusión, con la que se cierra el
texto y se expone la tesis, se encuentra en el último párrafo: la educación se
debe aprender en el seno familiar y en la escuela, es decir, durante los
primeros años. Ésta es la tesis explícita del artículo y está argumentada
mediante generalizaciones indiscutibles (la universidad tiene la función de formar,
mientras que la familia y la escuela son los encargados de educar; la educación
se adquiere con la experiencia).
Puesto que la tesis se encuentra al final, el texto
presenta una estructura sintetizante o inductiva, puesto que se comienza con
una serie de argumentos para llegar a una tesis final.
La progresión temática es de temas enlazados,
puesto que, partiendo de los nombres de los ministerios, se llega a tesis (la educación
se debe aprender…), pasando por remas como la existencia de un Ministerio de
Igualdad que no da ejemplo, la propuesta de Bibiana Aído, la respuesta de un
político a esta propuesta y lo que es la educación.
5 - SOCORRO
Este artículo de opinión fue escrito por Juan José Millás el viernes 16
de diciembre de 2005 en la publicación periódica El País. Externamente, consta de un titular (“Socorro”) y de un
cuerpo desarrollado a lo largo de veintinueve líneas divididas en tres párrafos
de similar extensión.
El texto objeto de nuestro comentario nos ofrece una temática actual y
llama la atención del lector sobre el pésimo estado y funcionamiento de lo que
el autor denomina “la vida cotidiana”, concepto con el que se remite tanto a
los problemas diarios que padecemos los hombres como miembros de una pequeña
sociedad burguesa como a las grandes lacras sociales.
Resumiendo, Millás parte de la actual publicación del libro Ayuda, esperanza y felicidad de la niña Lobby Rees, “una guía para sobrevivir al divorcio
de los padres” (2) planteando una objeción: no hay un manual de ayuda para los
hijos de los matrimonios estables. El autor demanda una literatura que nos
ayude a afrontar las situaciones normales de todos los días (mal funcionamiento
de la Seguridad Social, sueldos ínfimos, etc.) porque lo excepcional, como
combatir el cáncer o la depresión, ya sabemos cómo hacerlo. Por último, muestra
su indignación ante estas situaciones cotidianas y ante los grandes males de
nuestra sociedad, como es el caso de la citada “esclavitud infantil” o “el
tráfico de armas” (27) y pide ayuda a la sociedad en general para combatirlas
con un grito final casi desesperado: “hagan algo”.
La
organización estructural que refleja el texto es la siguiente:
1. Enunciación
del pretexto: publicación de un libro para ayudar a los niños de padres
divorciados, pero no para ayudar a los hijos de los matrimonios estables.
(1-10)
2. Denuncia del
autor (11-21)
2.1 Las
situaciones excepcionales están superadas: combatir el cáncer, la depresión, la
ruina económica o, incluso, la llegada a la Luna (11-16)
2.2 Las
situaciones cotidianas, no: es necesario superar las situaciones cotidianas, aquellas
dificultades que nos obligan a sufrir normalmente y que son familiares a la gran
mayoría (17-21)
3. Conclusión
(22-31)
3.1 Indignación
del autor ante tales situaciones concretada mediante la expresión “¿Hay derecho
a eso?” -24- (22-26)
3.2 Petición de
ayuda por parte del autor para combatir los grandes males del mundo (26-31)
Esta
estructura refleja un esquema sintetizante, es decir, el contenido se dispone
de manera que se orienta hacia una conclusión final, verdadero motivo del
artículo; en este caso, la ya citada frase final “hagan algo”.
Para defender su
tesis implícita (debemos centrarnos en los problemas “cotidianos”, en los que
nos afectan a todos personal y socialmente, con la intención de solucionarlos,
o al menos mejorarlos) el autor propone distintos argumentos. Por una parte,
hace uso de analogías y ejemplos a lo largo de todo el texto, como es el caso
de “hemos averiguado cómo se espanta la mala suerte, cómo se aprende inglés en
tres semanas, cómo se deja de fumar en dos sesiones” (13-15); por otra, recurre
a generalizaciones indiscutibles o verdades evidentes con el único fin de
acercarse al lector (“No tiene sentido que hayamos descubierto el antídoto
contra el mal de ojo, que no existe, y todavía no tengamos un remedio contra la
malaria” (30-31). Además, también podemos comprobar que la actitud del autor en
la composición del texto es la de contrastar ideas como, por ejemplo, el hecho
de contraponer las situaciones individuales a las sociales o las excepcionales
a las cotidianas.
En lo
referente a la progresión temática, diremos que es de tema constante, puesto
que se mantiene el tema “cómo sobrevivir a lo cotidiano” a través de remas que
se ven en los múltiples ejemplos y casos que plantea el autor del artículo.
6 - PESQUISAS
Vamos a analizar la coherencia de este artículo
escrito por Maruja Torres para El País
el 15 de abril de 1999.
El tema del artículo es la crítica a la utilidad de
determinados estudios sobre el cerebro humano.
En resumen, una nueva investigación sobre el
cerebro humano abre la posibilidad de que la sensación de tener hambre pueda
ser eliminada, aunque eso no va a cambiar el que la gente siga muriendo por
falta de alimentos. En lugar de estudiar cómo conseguir cuerpos perfectos, dice
el texto, deberían preocuparse por conseguir que los seres humanos sean más
democráticos y más solidarios; en definitiva, más racionales.
El texto se estructura externamente en un titular (“Pesquisas”)
y veintitrés líneas divididas en cuatro párrafos de diferente longitud, que no
coinciden con la estructura interna del artículo, en la que podemos distinguir
una introducción, que ocupa el primer párrafo, un desarrollo (párrafos segundo
y tercero) y una conclusión (último párrafo).
Comienza la introducción con la presentación del
último descubrimiento sobre el cerebro humano: un grupo de científicos ha
logrado localizar la zona responsable de las sensaciones de hambre y saciedad.
Se utiliza un argumento de experiencia personal, ya que la autora afirma que ella
misma leyó la noticia hace un par de días. Como ideas secundarias, tenemos la
reflexión sobre las noticias científicas que aparecen de vez en cuando (líneas
1-4).
En el desarrollo, de una manera irónica, expone
primero (párrafo 2) qué sentido podría tener eliminar la sensación de hambre:
que los pueblos más desfavorecidos sigan muriendo por desnutrición, pero, eso
sí, sintiéndose saciados; y, seguidamente (párrafo 3), realiza su propia propuesta
(argumento de utilidad): sería más interesante “intentar localizar la zona
donde tenemos emplazados la percepción del nacionalismo y el embrión del
militarismo” (líneas 15-16). Es aquí donde, mediante el argumento de
ejemplificación, encontramos la crítica más afilada a comportamientos humanos
como el sentimiento de superioridad o el apoyo al belicismo (líneas 16-20).
Maruja Torres manifiesta su completo rechazo a los mismos, llegando a afirmar
que sería capaz de realizarse la extirpación ella misma “con el abrecartas...”
(líneas 20-22). Como ideas secundarias podíamos destacar los ejemplos del
párrafo 3 (líneas 16-20).
El texto concluye con la enunciación de la tesis,
que se encuentra explícita en las líneas 23-24, apelando a un argumento moral y
social. Estudios de este tipo equivocan el objetivo. En lugar de preocuparse
por que estemos delgados deberían preocuparse por que seamos mejores personas.
Por tanto, el texto presenta una estructura
sintetizante o inductiva, puesto que la tesis la encontramos al final del
mismo, tras la parte argumentativa.
En definitiva, el artículo se muestra coherente por
el mantenimiento de un tema constante y la progresión temática constante (el
tema sería el estudio que trata la saciedad ante el hambre y los remas, todas
las opiniones que da sobre el mismo la autora).
Necesito más información
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