sábado, 29 de agosto de 2020

RESEÑA - DON GIL DE LAS CALZAS VERDES

 

DON GIL DE LAS CALZAS VERDES

Tirso de Molina

 


Como me dijo hace poco alguien, leo de todo. Y este verano faltaba leer teatro del Siglo de Oro (ya leí teatro del siglo XX con Historia de una escalera). ¿Por qué me dio por leer esta obra? Creo que fue porque, buscando lecturas nuevas para mis estudiantes, la vi en algún listado. Y a eso le debemos sumar que lo tenía en mi estantería desde que a mi hermana se lo mandaron leer (no recuerdo el curso pero años, hace muchos).

La verdad es que, al leerlo, me he notado desentrenada con el español del Siglo de Oro ya que a veces me costaba seguir la lectura (eso, sin tener en cuenta el enredo que ha creado doña Juana). En mi época de estudiante de Filología Hispánica leía mucho de cualquier época del castellano y no tenía problemas. Pero ahora, muchos años después, me he visto en “baja forma”.

Independientemente de estas anécdotas, la lectura de esta comedia de enredo me ha gustado. Eso sí, llega un momento, sobre todo en el tercer acto, en el que ya no sabes quién es quién. Todo empieza con el ansia de venganza de doña Juana a quien don Martín, que le había dado promesa de matrimonio, por orden de su padre ha de casarse con doña Inés. Doña Juana decide hacerse pasar por hombre (don Gil de las calzas verdes) para llevar a cabo su retorcido plan. Doña Juana, además, es también doña Elvira para ganarse la confianza de doña Inés. Y, siendo don Gil, enamora a doña Inés y a doña Clara y enemista con don Martín, don Juan, don Pedro… El amor (y el orgullo) herido de doña Juana no conoce límites puesto que inventa que está en un convento embarazada en el que muere al dar a luz, pero también que fue don Martín quien la mató a puñaladas y que su alma ronda a don Martín. En fin, una comedia de enredo sin ninguna duda (solo las que se nos crean al intentar distinguir quién es quién y cuáles son sus planes). Parafraseando a Camaranchel al final de la obra, menudo embrollo el que hay que descubrir.

Todo esto se resuelve luego en un par de páginas: me parece demasiado poco o demasiado rápido para todo el lío que ha creado doña Juana, aunque todo queda claro a todos.

Me ha llamado mucho la atención que, a principios del siglo XVII, tenga tanto poder una mujer: no sólo doña Juana tiene el poder de crear todo esto maquiavélico plan del que se impune, sino que doña Inés y doña Clara deciden con quién se quiere casar sin hablarlo con sus padres, los cuales acatan sus decisiones. Todo esto contrasta con un comentario que hace Camaranchel sobre que una sola mujer basta para enredar todo esto.

Por otra parte, me parece que la lectura en verso en castellano del siglo XVII es bastante difícil para alumnos actuales de la ESO o de Bachillerato. Quizá hace años podría serlo menos pero actualmente, que son pocos los que disfrutan leyendo, creo que es complicado. Incluso puede resultarlo en adultos amantes de la lectura.

En conclusión, me ha gustado mucho y os la recomiendo a todos los adultos amantes de la lectura. En realidad, no tiene nada que envidiar a las películas cómicas de hoy en día (la única diferencia es el modo de expresarse).

 

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