VERDAD
Care Santos
Hoy
os traigo otro libro genial. Hace poco leí Mentira
y, al terminarlo, descubrí que la historia de Eric seguía en dos libros más: Verdad y Miedo. Así que aquí me tenéis con el segundo leído y el tercero
empezado.
Este
segundo libro me ha hecho pensar mucho en los jóvenes como Eric: están en un
reformatorio o cárcel de menores y, cuando salen tras cumplir condena, ahí te
las apañes. Igual que los niños que están en centros de menores: cuando cumplen
los dieciocho, deben abandonar los centros y buscarse la vida. Todos estos
jóvenes suelen tener en común que no tienen familia o no tienen recursos (si no
las dos carencias). ¿Y cómo se las arreglan para tener una vida digna, una vida
que inspire confianza en quien vaya a darles un trabajo?
Eric
siempre ha demostrado que no es como la gente de su barrio y que no quiere
tener nada que ver con su pasado. Tiene sueños que quiere cumplir lejos de ese
tipo de vida. Y en esta segunda parte vemos lo que tiene que sufrir por ellos,
sobre todo, porque ese pasado que él quiere olvidar, o al menos apartar de su
vida, lo persigue de una manera muy cruel y muy insistente.
Sin
embargo, veo en él un dicho personalizado: «A la gente buena le pasan cosas buenas», quizá no siempre y
quizá no cuando queramos. Eric es bueno y, con sufrimiento, le pasan cosas
buenas. Me ha recordado, salvando las distancias, a Lázaro, el de Lazarillo de Tormes: su madre lo
abandonó, no sabe nada de su verdadero padre, tiene que buscarse la vida como puede;
eso sí, en este caso los que le enseñan a palos no son quienes les dan trabajo,
pero sí aprende mucho de los que quieren aprovecharse de él. Además, Eric tiene
unos cuantos «ángeles
de la guarda»: su tutora de la cárcel de menores, su abogado,
el director, Elena la bibliotecaria y, en su corazón, su primo Ben. También es
cierto que su amor por Xenia le ayuda mucho, aunque en este libro las
circunstancias sean bastante adversas.
Como Lázaro, Eric es feliz con lo que tiene
después de todo lo que ha pasado pero, a diferencia del pícaro más famoso de
nuestra Literatura, no se conforma con eso, sino que sigue luchando por sus
sueños, los cuales me parece maravillosos: quiere estudiar Literatura en la
universidad (¡muy buena elección!) y quiere ser escritor. Ese deseo, unido a la
valentía que caracteriza al muchacho, le hace llegar a una situación
emocionantísima al final de este libro; una situación de película de acción y
que guarda un desenlace curioso y bonito a la vez.
En cuanto al estilo de la autora, pues poco más
he de decir que no dijera cuando hablé de Mentira.
Es fiel a su estilo y es de agradecer (pensando en los lectores adolescentes
sobre todo). Es normal que cada autor tenga su estilo propio pero este puede
variar en función de la novela. Por eso digo que es fiel al estilo de Mentira puesto que Verdad es parte de una trilogía y sería muy incoherente cambiarlo
de uno a otro, sobre todo, si el narrador es el mismo.
En fin, una maravilla de libro que te engancha
desde la primera página y con el que es difícil dejar de leer. De hecho, nada
más leer la última página de Verdad,
empecé a leer Miedo. Tengo muchas
ganas de saber cómo terminará todo. Me imagino que el desenlace será feliz y
tengo ya alguna idea rondando por mi cabeza sobre algunos hechos que pasarán. Espero
no equivocarme y, si lo hago, que sea para mejor. ¡Animaos a leer esta trilogía
y a mandarla a vuestros alumnos!
me ha encantado el libro de verdad ahora voy a leer miedo ya os contare que tal pero el libro de mentira y verdad es muy recomendable a los jovenes seguro q les va a encantar como a mi. recomendado y buen precio de venta
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