lunes, 12 de julio de 2021

BEN (DE LA TRILOGÍA MENTIRA, VERDAD, MIEDO) - RESEÑA

 

BEN

 


¡Por fin he podido leerlo! Me había leído la trilogía compuesta por Mentira, Verdad y Miedo de Care Santos y, cuando me enteré de que había escrito una secuela con el personaje de Ben, estaba ansiosa por poder leerlo. La verdad, no me ha defraudado ni un poquito.

Como podemos imaginar todos los voraces lectores, cuando se escribe el libro de uno de los personajes, nos cuenta su vida. Además, los que nos dedicamos a la enseñanza vemos casos del estilo a menudo. Por ello, era previsible saber que detrás del comportamiento de Ben había una historia terrible que ningún niño debería vivir. Creo que, en general, nadie es malo por naturaleza: son las circunstancias las que lo transforman.

La novela empieza con una pregunta: ¿Serías capaz de matar? Al final del libro aparece un diálogo de Ben con su abogada en el que se aclara esta pregunta y se entiende perfectamente la respuesta de Ben. Nunc apodemos responder categóricamente a algo sin saber qué viviremos en un futuro para actuar de una u otra manera.

Bien, me centro ya en el libro. Comienza con la entrevista que mantiene Ben con su abogada en el centro de menores, la cual se va intercalando a lo largo de la novela. No le cuenta nada relevante pero sí muestra rasgos de su personalidad. Poco a poco, capítulo a capítulo, nos muestra la autora cómo Ben, que siempre fue un niño serio, va forjando esa personalidad agresiva, violenta, propensa a lo ilegal… Primero sus abuelos, luego la muerte de su madre, después el trato y la relación con su padrastro, luego su tío, luego… Tantas y tantas personas y circunstancias hacen que su carácter sea tan difícil y que acabe de traficante de drogas. Pero también se nos muestra el cariño, aunque él no lo reconozca, que tiene a su no-primo Éric. Ya no es solo que quiera al “enano”, como él lo llama, sino que no quiere que viva lo que él vivió, no quiere que se convierta en lo que es él. Esto refuerza mi pensamiento: Ben es bueno pero las circunstancias le han hecho ser malo. Alguien que cuida a Éric como lo hace él no puede ser malo de verdad. (Y, sí, soy de esas personas que aún tienen esperanza en la humanidad).

Hace poco me dijo una compañera que algunos de sus alumnos habían leído Mentira y no les había gustado. Sin embargo, son más las buenas críticas que he leído sobre la novela que las malas. Estoy convencida de que esta tetralogía gusta a los adolescentes. Además, creo que es bueno que lean estas historias que, sin ser reales, sí son verdaderas, verosímiles, porque pasan, porque en nuestra sociedad hay muchos Ben y muchos Éric y, a lo mejor, leyendo estos libros, podemos cambiar, aunque sea un poquito el mundo; quizá, podamos incluso salvar a algún Ben o a algún Éric.

Para terminar, me quedo con estas palabras de Ben: «… algunas personas habéis tenido suerte. Nunca os ha pasado nada malo. Malo de verdad, quiero decir. Nada que os haya obligado a transformaros en un monstruo. Pero es solo porque habéis tenido suerte. Nada más. Nadie elige dónde nacer. Nadie elige que le hagan daño. Nadie elige a los hijos de puta con quienes va a encontrarse. Nadie elige matar. Nadie elige transformarse en algo que no tiene vuelta atrás…».

 

 

1 comentario:

  1. No he leído el spin-off del que trata tu artículo, pero encaja con la idea que yo me hice del chaval y de lo que representó de él la autora en la trilogía.
    Me encanta la parte en que dices (cito textualmente): "quizá, podamos incluso salvar a algún Ben o a algún Éric." Realmente pienso lo mismo.
    Pero entre nosotros hay una diferencia y esa diferencia es que yo hay bastantes días al mes que pierdo la fe en la humanidad , de tanto que se meten conmigo, pero hay otros en los que soy tan feliz que la recupero. Que te quede claro: se nota que tu artículo sale de tu corazón, ya que no se nota forzado, más bien parece como si me lo estuvieses contando en persona; digan lo que te digan, sea cuando sea, que no te afecte, porque gente que hable desde el corazón es lo que este mundo necesita. No a gente que haga lo que debe hacer solo por quedar bien, gente que es todo fachada; gente que critica lo mismo que hace; no machistas; no neo-nazis (por si no entienden gente que piensa que hitler lo hizo fenomenal, lo idolatran, lo alaban); no acosadores; educación sin bullying, ¿qué digo? , en el trabajo también, NO también en la calle,no mejor aún UNA SOCIEDAD SIN BURLAS NI INSULTOS, DE RESPETUO MUTUO. Claro que esto es una utopía pero hoy no es uno de esos de mis días sin fe en los humanos si no uno de esos días luminosos en los que todavía pienso que hay salvación.
    A M É N .
    O my gosh. Qué profundo me ha quedado.

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