El
guardián entre el centeno
J. D. Salinger
Este
es uno de esos libros que aparece en todas las listas de lecturas “obligatorias”
en la vida de todo buen lector. Hace poco leí un libro en el que se hablaba de
él y me picó la curiosidad. Así que decidí leerlo.
La
verdad es que no me ha terminado de convencer. Al principio me resultó más
interesante. Me recordó mucho a libros como La
ley de la calle o Rebeldes, pero,
conforme iba leyendo, esta sensación desaparecía poco a poco, hasta desaparecer
al final del libro.
El
protagonista, Holden Caulfield, nos cuenta lo sucedido en unos cuatro días,
justo después de que volvieran a expulsarlo de otro colegio más (ya lleva unos
cuantos). Es un chico con muy mal humor: todo le parece mal, le molestan muchas
cosas, se pone nervioso con muchas actitudes y personas… De ahí que ese “genio”
le lleve a no callar, a no obedecer… y, en consecuencia, a sus continuas
expulsiones de diferentes colegios.
Indagando
en su personalidad, descubrimos que es un chico muy generoso, que tiene buen
corazón, pero que no sabe gestionar sus emociones, probablemente a raíz de la
muerte de uno de sus hermanos. Al menos, es lo que quiero pensar de él.
Tiene
ideas, actitudes, comportamientos… a veces difíciles de comprender, incluso
algunos difíciles de asimilar. Eso sí, es un personaje que despierta ternura y,
sobre todo, pena. Que un chico de apenas 16 años se comporte y piense como lo
hace él, que su conducta sea la de un adulto que ha vivido mil y una
desgracias, te hace pensar que algo en él no está bien. Esto parece confirmarse
al final del libro.
Sobre
este momento, la verdad es que es un final, para mi gusto, bastante brusco,
repentino, en definitiva, abierto. No son los finales que más me gustan,
aunque, con lo poco que cuenta de los días posteriores a los narrados, parece
que todo indica que su vida va a cambiar para mejor.
Es
cierto que el mundo que nos cuenta este libro ya nos quedan muy lejos de lo que
nosotros conocemos y hay comportamientos o actitudes que nos cuesten entender. Por
esto no creo que recomendara esta lectura a adolescentes, sobre todo, a
adolescentes no muy amigos de la lectura.
Para
terminar, me gustaría señalar lo que más me ha gustado del libro: la relación
de Holden con su hermana Phoebe. Me ha recordado un poco a la que se cuenta en Invisible. Su hermana pequeña es la
única a la que tiene cariño, la única que realmente le importa… Y ese amor ella
también lo tiene hacia él. Es una relación fraternal preciosa. Phoebe, como
Luna en Invisible, es la única capaz
de “salvar” a su hermano.
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