domingo, 26 de julio de 2020

RESEÑA - MOMO


MOMO
Michael Ende



Tenemos hoy todo un clásico entre las lecturas de adolescentes. Llevaba tiempo queriendo leerlo y nunca llegaba. Pero al final llegó y he de decir que no es lo que me esperaba. Me había creado expectativas muy altas sobre esta historia y no se han cumplido. Aunque no sabría decir bien por qué, sólo que se me ha hecho un poco largo (siendo corto) y no me ha quedado buen “sabor de boca”.
Es verdad es que es una historia de ficción muy interesante para la época en la que fue escrita. Y precisamente esto debe ser lo que hoy, más de 40 años después, hace que no me acabe de atrapar este libro.
Si bien es cierto, es impresionante toda la historia de los hombres de gris: crear todo ese entramado, esa historia retorcida por quienes quieren un mundo de gente que no piense ni sienta, de personas que se limitan a hacer cosas útiles, a trabajar, nada de divertirse… Si en 1974 su autor fue capaz de ver esto, realmente fue un visionario. Precisamente de eso es de lo que nos quejamos actualmente y de lo que hemos podido darnos cuenta (o más cuenta) en el tiempo en el que hemos estado confinados.
Lo que más me ha gustado de la historia es el personaje de Momo y su capacidad para escuchar a las personas. Es impresionante encontrar a alguien así. Por eso todos los personajes quieren tanto y de esa manera tan especial a esta niña, la cual, sino todos estos sus amigos, parece apagarse. Además, es sorprendente la capacidad de adaptación (ahora, resilencia) de esta niña: aparece una tortuga, la quiere, la sigue, habla con ella… como si se conocieran de toda la vida; se encuentra con el maestro Hora y lo mismo. Que tiene que seguir una tortuga, la sigue. Que tiene que comer tres veces para poder hablar con Nino, pues come tres veces. Que tiene que caminar descalza varios quilómetros y esperar varias horas para poder ver a su amigo Gigi, pues lo hace… Y no es solo adaptación, sino sacrificio, un valor que actualmente está en desuso: está dispuesta a encerrarse con los niños con tal de no estar sola y estar con ellos; ella que siempre ha vivido sin normas, ni adultos, ni fronteras.
Lo mejor de todo es el final: todo acaba bien. Sí es verdad que sufres un poco por Momo, pero merece la pena (todo esfuerzo tiene su recompensa). Además, nadie sabe lo que realmente ha pasado, o casi nadie, y a ella no le importa, no necesita el reconocimiento de la gente. Lo hace porque es lo correcto, porque es bueno para todos.
Hay otra cosa que me ha gustado: cierta similitud con Harry Potter. No conozco lo que ha leído J. K. Rowling en su vida, obviamente, pero sí veo en los hombres de gris una semejanza con los dementores que salen en esta saga: personas que te producen frío y te quitan la alegría de vivir. Y luego ese niño que está solo en el mundo y es precisamente él (ella en este caso) quien lo salva.
He de confesar algo: al reflexionar para escribir esta reseña, me he dado cuenta de que el libro me ha calado más hondo de lo que pensaba. Espero que os animéis a leerlo si no lo habéis hecho ya y a contarme vuestras opiniones.

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