martes, 9 de enero de 2018

COHERENCIA, COHESIÓN GRAMATICAL Y COHESIÓN LÉXICA DE "ESPAÑA SE PARARÍA SIN INMIGRANTES"

España se pararía sin inmigrantes

Sin inmigrantes, España se pararía. Muchos padres deberían reducir su jornada o renunciar al trabajo para criar a la prole. O para atender a sus ancianos. Además, deberían incluir en su jornada laboral la limpieza del centro de trabajo. La fresa se pudriría en Huelva y el tomate en Almería sin manos que los recogieran. En el súper, nos serviríamos directamente del almacén, a falta de reponedores en las estanterías. Adiós al boom inmobiliario, esta vez de verdad, por falta de mano de obra. Ni mencionar la pequeña reforma de casa. Imposible subir una bombona de butano a un tercero sin ascensor. En los bares, ni tostada “de manteca colorá”, ni café. Muchos tendrían que cerrar. Los ingresos de la Seguridad Social temblarían con ese español y medio que aportamos al mundo productivo cada pareja “de las de aquí de toda la vida”... Y así podríamos ir citando, una tras otra, las parcelas en las que marroquís, ecuatorianos, rumanos, bolivianos se han vuelto  imprescindibles.

La convivencia con los inmigrantes que han llegado a España buscando los empleos que nosotros no queremos o no podemos desempeñar nos ha aportado, además, otras cosas: palabras, colores, sabores, músicas, experiencias nuevas y sorprendentes. Conviene no olvidar nada de esto ahora que, en el fragor de la campaña electoral, solo hablamos de la inmigración como problema. Conviene recordarlo cuando conozcamos a alguien que tiene una empleada a la que no le paga la Seguridad Social o contrata una reformilla sin factura para su cuarto de  baño o alquila a precios astronómicos una vivienda a familia por habitación. Conviene recordar esos pisos atestados de gente cuando nos preguntemos por qué los inmigrantes invaden los parques los domingos.

La inmigración plantea desafíos. La convivencia los plantea siempre. Mucho más cuando se ponen en común universos lejanos, que estimulan el miedo atávico al diferente. Sobre todo cuando se otean dificultades y los más frágiles económicamente se disputan los servicios. Cerrar los ojos a esta realidad es un error, pero arreglarlo solo con mano dura es imposible.

Pepa Bueno, El Periódico, 14-02-2008







COHERENCIA
Comentaremos a continuación la coherencia del artículo “España se pararía sin inmigrantes” de Pepa Bueno, publicado en la prensa catala (El Periódico) el 14 de febrero de 2008.
El tema de este artículo es la importancia de los inmigrantes en España, especialmente, en el mundo laboral.
Por medio de muchos ejemplos, la autora nos muestra lo imprescindibles que son los inmigrantes en España, no solo laboralmente sino también a nivel cultural. Intenta hacer ver al receptor que se debe convivir con ellos y hay que darse cuenta de que no solo no son una molestia, sino que también aportan riqueza cultural.
En cuanto a la estructura externa, diremos que este texto se compone de un titular (“España se pararía sin inmigrantes”) y un cuerpo argumentativo de veintiocho líneas divididas en tres párrafos de desigual extensión.
Profundizando en el análisis, hablaremos de la estructura interna, donde podemos decir que el contenido se puede dividir en dos partes: una primera desde la línea 1 a la 23, donde se habla de los trabajos que desarrollan los inmigrantes y todo lo que nos aportan. Todos estos ejemplos de trabajos y aportaciones serían ideas secundarias que completarían la idea principal de la segunda parte. Esta estaría formada por el último párrafo (líneas 24-28) y la idea principal sería la importancia de la convivencia con los inmigrantes.
Esta misma idea da lugar a la tesis, en este caso, implícita: la necesidad de la convivencia de manera tolerante. Al encontrarse esta al final del artículo, podemos afirmar que la estructura del mismo es sintetizante.
La autora se apoya en diversos argumentos para defender esta tesis. Así encontramos, sobremanera, argumentos de ejemplificación, sobre todo en los dos primeros párrafos (“La fresa se pudriría en Huelva y el tomate en Almería sin manos que los recogieran”, 3-4; “nos serviríamos directamente del almacén”, 5; “Adiós al boom inmobiliario”, 6; “En los bares, ni tostada “de manteca colorá”, ni café”, 8-9; “palabras, colores, sabores, músicas, experiencias nuevas y sorprendentes”, 16-17; etc.). También utiliza el argumento de contraste cuando confronta lo que no tendríamos sin inmigrantes (primer párrafo) con lo que nos aportan (segundo párrafo).
Para terminar de analizar la coherencia, hablaremos de la progresión temática, la cual es de temas enlazados, puesto que del tema “Sin inmigrantes, España se pararía” pasa al rema de los ejemplos de lo que sucedería si no hubiera extranjeros. Este gran rema se convierte en tema para ofrecer un nuevo rema: todo lo que la convivencia con inmigrantes aporta (segundo párrafo). A su vez, este rema pasa a ser tema en el tercer párrafo para ofrece un nuevo rema: el enfrentarse a los desafíos que plantea la convivencia con otras personas.
Por todo ello, podemos afirmar sin temor que


COHESIÓN GRAMATICAL
Vamos a analizar la cohesión gramatical del texto titulado “España se pararía sin inmigrantes”. Antes de nada, debemos definir el concepto de cohesión: se trata de la propiedad textual por medio de la cual cada enunciado se relaciona con los demás mediante procedimientos léxico-semánticos, gramaticales y lógico-sintácticos.
A continuación, seguimos analizando los procedimientos que conforman la parte gramatical y lógico-sintáctica de la cohesión.
Comenzamos con las deixis. En cuanto a deixis de tiempo, podemos encontrar varios ejemplos, como los sintagmas nominales “esta vez” (6) y “toda la vida” (11), los adverbios “ahora” (17) y “siempre” (24), y los tiempos verbales, que serán analizados más adelante. No ocurre lo mismo con la deixis espacial, de la que apenas encontramos ejemplos: “aquí” (11).
Respecto a la deixis de persona, podemos señalar que únicamente aparecen deixis de emisor y receptor juntos, tanto en forma de pronombre personal (“nos”, 5, 15, 22; “nosotros”, 15) como en los morfemas verbales de persona y número (“serviríamos”, 5; “aportamos”, 10; “podríamos”, 11; “queremos”, 15, “podemos”, 15; “hablamos”, 18; “conozcamos”, 19; “preguntemos”, 22).
Otro mecanismo de cohesión gramatical son las referencias endofóricas, entre las que destacan las anáforas. Aquí vemos anáforas con determinantes posesivos: “su” (1 y 3, referido a “padres”) o “sus” (2, referido a “padres”); con los pronombres personales: “los” (4, referido a “tomate” pluralizado), “le” (19, sobre “empleada”) o “lo” (28, para referirse a “esta realidad”); el indefinido “muchos” (9) para referirse a “los bares” o el demostrativo “esos” (22) para “una vivienda a familia por habitación”, también pluralizado); además de los relativos, que predominan en el texto: “que” (18, para “ahora”; 19, para referirse a “alguien”; 19; par “una empleada” o la de la línea 25 para “universos lejanos”).
También podemos señalar varios casos de catáforas: los indefinidos “una y “otra” en la línea 11 para dar paso a “parcelas en… imprescindibles”, o el sintagma nominal “otras cosas” (16) refiriéndose a lo que sigue a los dos puntos.
Otro elemento de cohesión gramatical es la proforma, de la que no se aprecian ejemplos relevantes en este artículo.
Asimismo, lo es la elipsis, de la que sí encontramos numerosas muestras. Por un lado, vemos elipsis de sujeto: “(muchos padres) deberían incluir” (3), “(nosotros) nos serviríamos” (5), “(nosotros) no podemos desempeñar” (15), “(nosotros) solo hablamos” (18), “(nosotros) no conozcamos” (19), “(nosotros) nos preguntemos” (22); de verbos: “(deberían) renunciar” (2), “el tomate (se pudriría) en Almería” (4), “(sería) imposible subir” (7); de partes de la oración: “(nosotros tendríamos que decir) adiós al boom” (6); y de partes del predicado: “en los bares (no habría) ni tostada” (8) o “(a alguien que) contrata” (20).
Respecto al eje temporal, podemos señalar como predominante el presente de Indicativo, por tratarse un hecho actual (“aportamos”, 10; “queremos”, 15; “podemos desempeñar”, 15; “conviene”, 17; “paga”, 20; “invaden”, 23; “plantea”, 24; “se otean”, 26; “es”, 28). Este tiempo aparece combinado con el condicional (“se pararía”, 1; “deberían”, 1 y 3; “se pudriría”, 4; “serviríamos”, 5; “tendrían”, 9) y el pretérito imperfecto de Subjuntivo (“recogieran”, 4) para hacer notar ciertas suposiciones. Algo parecido ocurre con los pretéritos perfectos compuestos de Indicativo, que aparecen para hacer alguna referencia al pasado: “han llegado”, 14).
Por último, analizaremos los conectores. Entre ellos, encontramos de adición: “además” (3 y 16), “y” (11), “ni” (7); de contraste: “pero” (28); y de matiz enfatizador: “sobre todo” (26).

Por todo ello, se constituye este como un buen texto cohesionado a nivel gramatical.


COHESIÓN LÉXICO-SEMÁNTICA
Pasamos a continuación a comentar la cohesión léxico-semántica. Comenzamos con la recurrencia. Entre las palabras que más aparecen destacamos: “España” (titular, 1, 14), “inmigrantes” (titular, 1, 14, 23), “convivencia” (14, 24) y “plantea” (24, dos veces). De entre ellas, podemos señalar “inmigrantes” y “convivencia” como palabras clave del texto.
También en lo relativo a repeticiones, señalaremos casos de familias léxicas: “España” (1) y “español” (10), “inmigrantes” (1) e “inmigración” (24), y “reforma” (7) y “reformilla” (20).
En cuanto a la sinonimia, encontramos las siguientes parejas: “jornada laboral” (3) y “trabajo” (3); “trabajo” (3) y “empleo” (15), “problema” (18) y “dificultades” (26). También vemos ejemplos de antónimos: “inmigrantes” (1) y “las de toda la vida” (12); “olvidar” (17) y “recordar” (22), y los antónimos contextuales “inmigración” (24) y “convivencia” (24).
Respecto a la hiperonimia, encontramos pocos casos, entre ellos el de “España” (1) como hiperónimo y “Huelva” y “Almería” (4) como hipónimos; el hiperónimo “vivienda” (21) con los hipónimos “casa” (7) y “pisos” (22). También vemos el hiperónimo “inmigrantes” (1) con sus hipónimos: “marroquís”, “ecuatorianos”, “rumanos” y “bolivianos” (12); así como el hiperónimo “familia” (21) con los hipónimos “ancianos” (2) y “pareja” (10).
Pasamos ahora a los campos semánticos. Por una parte, tenemos el de la “vivienda” (21) con términos como “reforma” (7), “casa” (7), “pisos” (22) y “habitación” (22). Por otra, el de lo que “nos ha aportado (la inmigración)” (15-16): “palabras”, “colores”, “músicas”, “experiencias nuevas y sorprendentes” (16-17). También vemos el del “trabajo” (2): “jornada” (2), “centro de trabajo” (3), “reponedores” (5), “mano de obra” (6), “empleada” (19), “Seguridad Social” (29), “factura” (20). Otro campo semántico es el de los “bares” (8): “tostada” (8), “café” (9). Y también el del cuerpo humano: “mano” (28) y “ojos” (27).
De entre todos ellos, podemos señalar como isotopía léxica el campo semántico del trabajo, al que podríamos unir términos como “reducir” (1), “recogieran” (4), “contrata” (20), “alquila” (21).
Para terminar este análisis, hablaremos de las figuras retóricas. En la línea 4 vemos una metonimia (“sin manos que los recogieran”); en el segundo párrafo encontramos una anáfora unida a un paralelismo (“Conviene…”: 17 y 18), y un metáfora en la línea 26: “otean dificultades” (quiere expresar que se presagian las dificultades).

Así pues, también a nivel léxico-semántico demuestra este texto estar bien cohesionado.


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