España se pararía sin inmigrantes
Sin inmigrantes, España se pararía.
Muchos padres deberían reducir su jornada o renunciar al trabajo para criar a
la prole. O para atender a sus ancianos. Además, deberían incluir en su jornada
laboral la limpieza del centro de trabajo. La fresa se pudriría en Huelva y el
tomate en Almería sin manos que los recogieran. En el súper, nos serviríamos
directamente del almacén, a falta de reponedores en las estanterías. Adiós al
boom inmobiliario, esta vez de verdad, por falta de mano de obra. Ni mencionar
la pequeña reforma de casa. Imposible subir una bombona de butano a un tercero
sin ascensor. En los bares, ni tostada “de manteca colorá”, ni café. Muchos
tendrían que cerrar. Los ingresos de la Seguridad Social temblarían con ese
español y medio que aportamos al mundo productivo cada pareja “de las de aquí
de toda la vida”... Y así podríamos ir citando, una tras otra, las parcelas en
las que marroquís, ecuatorianos, rumanos, bolivianos se han vuelto imprescindibles.
La convivencia con los inmigrantes
que han llegado a España buscando los empleos que nosotros no queremos o no
podemos desempeñar nos ha aportado, además, otras cosas: palabras, colores,
sabores, músicas, experiencias nuevas y sorprendentes. Conviene no olvidar nada
de esto ahora que, en el fragor de la campaña electoral, solo hablamos de la
inmigración como problema. Conviene recordarlo cuando conozcamos a alguien que
tiene una empleada a la que no le paga la Seguridad Social o contrata una
reformilla sin factura para su cuarto de baño o alquila a precios astronómicos una
vivienda a familia por habitación. Conviene recordar esos pisos atestados de
gente cuando nos preguntemos por qué los inmigrantes invaden los parques los
domingos.
La inmigración plantea desafíos. La
convivencia los plantea siempre. Mucho más cuando se ponen en común universos
lejanos, que estimulan el miedo atávico al diferente. Sobre todo cuando se
otean dificultades y los más frágiles económicamente se disputan los servicios.
Cerrar los ojos a esta realidad es un error, pero arreglarlo solo con mano dura
es imposible.
COHERENCIA
Comentaremos a continuación la
coherencia del artículo “España se pararía sin inmigrantes” de Pepa Bueno,
publicado en la prensa catala (El
Periódico) el 14 de febrero de 2008.
El tema de este artículo es la
importancia de los inmigrantes en España, especialmente, en el mundo laboral.
Por medio de muchos ejemplos, la
autora nos muestra lo imprescindibles que son los inmigrantes en España, no
solo laboralmente sino también a nivel cultural. Intenta hacer ver al receptor
que se debe convivir con ellos y hay que darse cuenta de que no solo no son una
molestia, sino que también aportan riqueza cultural.
En cuanto a la estructura externa,
diremos que este texto se compone de un titular (“España se pararía sin
inmigrantes”) y un cuerpo argumentativo de veintiocho líneas divididas en tres
párrafos de desigual extensión.
Profundizando en el análisis,
hablaremos de la estructura interna, donde podemos decir que el contenido se
puede dividir en dos partes: una primera desde la línea 1 a la 23, donde se
habla de los trabajos que desarrollan los inmigrantes y todo lo que nos aportan.
Todos estos ejemplos de trabajos y aportaciones serían ideas secundarias que
completarían la idea principal de la segunda parte. Esta estaría formada por el
último párrafo (líneas 24-28) y la idea principal sería la importancia de la
convivencia con los inmigrantes.
Esta misma idea da lugar a la
tesis, en este caso, implícita: la necesidad de la convivencia de manera
tolerante. Al encontrarse esta al final del artículo, podemos afirmar que la
estructura del mismo es sintetizante.
La autora se apoya en diversos
argumentos para defender esta tesis. Así encontramos, sobremanera, argumentos
de ejemplificación, sobre todo en los dos primeros párrafos (“La fresa se
pudriría en Huelva y el tomate en Almería sin manos que los recogieran”, 3-4; “nos
serviríamos directamente del almacén”, 5; “Adiós al boom inmobiliario”, 6; “En
los bares, ni tostada “de manteca colorá”, ni café”, 8-9; “palabras, colores,
sabores, músicas, experiencias nuevas y sorprendentes”, 16-17; etc.). También
utiliza el argumento de contraste cuando confronta lo que no tendríamos sin
inmigrantes (primer párrafo) con lo que nos aportan (segundo párrafo).
Para terminar de analizar la coherencia,
hablaremos de la progresión temática, la cual es de temas enlazados, puesto que
del tema “Sin inmigrantes, España se pararía” pasa al rema de los ejemplos de lo
que sucedería si no hubiera extranjeros. Este gran rema se convierte en tema
para ofrecer un nuevo rema: todo lo que la convivencia con inmigrantes aporta
(segundo párrafo). A su vez, este rema pasa a ser tema en el tercer párrafo
para ofrece un nuevo rema: el enfrentarse a los desafíos que plantea la
convivencia con otras personas.
Por todo ello, podemos afirmar sin
temor que
COHESIÓN GRAMATICAL
Vamos a analizar la cohesión
gramatical del texto titulado “España se pararía sin inmigrantes”. Antes de
nada, debemos definir el concepto de cohesión: se trata de la propiedad textual
por medio de la cual cada enunciado se relaciona con los demás mediante
procedimientos léxico-semánticos, gramaticales y lógico-sintácticos.
A continuación, seguimos analizando
los procedimientos que conforman la parte gramatical y lógico-sintáctica de la
cohesión.
Comenzamos con las deixis. En cuanto
a deixis de tiempo, podemos encontrar varios ejemplos, como los sintagmas
nominales “esta vez” (6) y “toda la vida” (11), los adverbios “ahora” (17) y “siempre”
(24), y los tiempos verbales, que serán analizados más adelante. No ocurre lo
mismo con la deixis espacial, de la que apenas encontramos ejemplos: “aquí”
(11).
Respecto a la deixis de persona,
podemos señalar que únicamente aparecen deixis de emisor y receptor juntos,
tanto en forma de pronombre personal (“nos”, 5, 15, 22; “nosotros”, 15) como en
los morfemas verbales de persona y número (“serviríamos”, 5; “aportamos”, 10; “podríamos”,
11; “queremos”, 15, “podemos”, 15; “hablamos”, 18; “conozcamos”, 19; “preguntemos”,
22).
Otro mecanismo de cohesión
gramatical son las referencias endofóricas, entre las que destacan las
anáforas. Aquí vemos anáforas con determinantes posesivos: “su” (1 y 3,
referido a “padres”) o “sus” (2, referido a “padres”); con los pronombres
personales: “los” (4, referido a “tomate” pluralizado), “le” (19, sobre “empleada”)
o “lo” (28, para referirse a “esta realidad”); el indefinido “muchos” (9) para
referirse a “los bares” o el demostrativo “esos” (22) para “una vivienda a
familia por habitación”, también pluralizado); además de los relativos, que
predominan en el texto: “que” (18, para “ahora”; 19, para referirse a “alguien”;
19; par “una empleada” o la de la línea 25 para “universos lejanos”).
También podemos señalar varios
casos de catáforas: los indefinidos “una y “otra” en la línea 11 para dar paso
a “parcelas en… imprescindibles”, o el sintagma nominal “otras cosas” (16)
refiriéndose a lo que sigue a los dos puntos.
Otro elemento de cohesión
gramatical es la proforma, de la que no se aprecian ejemplos relevantes en este
artículo.
Asimismo, lo es la elipsis, de la
que sí encontramos numerosas muestras. Por un lado, vemos elipsis de sujeto: “(muchos
padres) deberían incluir” (3), “(nosotros) nos serviríamos” (5), “(nosotros) no
podemos desempeñar” (15), “(nosotros) solo hablamos” (18), “(nosotros) no
conozcamos” (19), “(nosotros) nos preguntemos” (22); de verbos: “(deberían)
renunciar” (2), “el tomate (se pudriría) en Almería” (4), “(sería) imposible
subir” (7); de partes de la oración: “(nosotros tendríamos que decir) adiós al
boom” (6); y de partes del predicado: “en los bares (no habría) ni tostada” (8)
o “(a alguien que) contrata” (20).
Respecto al eje temporal, podemos
señalar como predominante el presente de Indicativo, por tratarse un hecho actual
(“aportamos”, 10; “queremos”, 15; “podemos desempeñar”, 15; “conviene”, 17; “paga”,
20; “invaden”, 23; “plantea”, 24; “se otean”, 26; “es”, 28). Este tiempo
aparece combinado con el condicional (“se pararía”, 1; “deberían”, 1 y 3; “se
pudriría”, 4; “serviríamos”, 5; “tendrían”, 9) y el pretérito imperfecto de
Subjuntivo (“recogieran”, 4) para hacer notar ciertas suposiciones. Algo parecido
ocurre con los pretéritos perfectos compuestos de Indicativo, que aparecen para
hacer alguna referencia al pasado: “han llegado”, 14).
Por último, analizaremos los
conectores. Entre ellos, encontramos de adición: “además” (3 y 16), “y” (11), “ni”
(7); de contraste: “pero” (28); y de matiz enfatizador: “sobre todo” (26).
Por todo ello, se constituye este
como un buen texto cohesionado a nivel gramatical.
COHESIÓN LÉXICO-SEMÁNTICA
Pasamos a continuación a comentar
la cohesión léxico-semántica. Comenzamos con la recurrencia. Entre las palabras
que más aparecen destacamos: “España” (titular, 1, 14), “inmigrantes” (titular,
1, 14, 23), “convivencia” (14, 24) y “plantea” (24, dos veces). De entre ellas,
podemos señalar “inmigrantes” y “convivencia” como palabras clave del texto.
También en lo relativo a
repeticiones, señalaremos casos de familias léxicas: “España” (1) y “español”
(10), “inmigrantes” (1) e “inmigración” (24), y “reforma” (7) y “reformilla”
(20).
En cuanto a la sinonimia, encontramos
las siguientes parejas: “jornada laboral” (3) y “trabajo” (3); “trabajo” (3) y “empleo”
(15), “problema” (18) y “dificultades” (26). También vemos ejemplos de
antónimos: “inmigrantes” (1) y “las de toda la vida” (12); “olvidar” (17) y “recordar”
(22), y los antónimos contextuales “inmigración” (24) y “convivencia” (24).
Respecto a la hiperonimia,
encontramos pocos casos, entre ellos el de “España” (1) como hiperónimo y “Huelva”
y “Almería” (4) como hipónimos; el hiperónimo “vivienda” (21) con los hipónimos
“casa” (7) y “pisos” (22). También vemos el hiperónimo “inmigrantes” (1) con
sus hipónimos: “marroquís”, “ecuatorianos”, “rumanos” y “bolivianos” (12); así
como el hiperónimo “familia” (21) con los hipónimos “ancianos” (2) y “pareja”
(10).
Pasamos ahora a los campos
semánticos. Por una parte, tenemos el de la “vivienda” (21) con términos como “reforma”
(7), “casa” (7), “pisos” (22) y “habitación” (22). Por otra, el de lo que “nos
ha aportado (la inmigración)” (15-16): “palabras”, “colores”, “músicas”, “experiencias
nuevas y sorprendentes” (16-17). También vemos el del “trabajo” (2): “jornada”
(2), “centro de trabajo” (3), “reponedores” (5), “mano de obra” (6), “empleada”
(19), “Seguridad Social” (29), “factura” (20). Otro campo semántico es el de
los “bares” (8): “tostada” (8), “café” (9). Y también el del cuerpo humano: “mano”
(28) y “ojos” (27).
De entre todos ellos, podemos
señalar como isotopía léxica el campo semántico del trabajo, al que podríamos
unir términos como “reducir” (1), “recogieran” (4), “contrata” (20), “alquila”
(21).
Para terminar este análisis,
hablaremos de las figuras retóricas. En la línea 4 vemos una metonimia (“sin
manos que los recogieran”); en el segundo párrafo encontramos una anáfora unida
a un paralelismo (“Conviene…”: 17 y 18), y un metáfora en la línea 26: “otean
dificultades” (quiere expresar que se presagian las dificultades).
Así pues, también a nivel
léxico-semántico demuestra este texto estar bien cohesionado.
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