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La explosión de las rabietas
Al volver a clase después de
Navidad, todos los padres hemos respirado aliviados por recuperar al fin la
rutina tan necesaria y porque comprobábamos que nuestros hijos no estaban
poseídos. Y es que o había habido posesión grupal (…) o todos los críos
habían aprovechado las vacaciones para dar rienda suelta a sus rabietas
salvajes.
Mira que nuestra niña es
tierna, dulce y adorable, como todos los vuestros, por supuesto. Y de
repente, cuando menos nos lo esperamos, le cambia el carácter y empieza a
negarse a todo, gritar, patalear, tirarse por el suelo o lanzar objetos con
la fuerza de un jugador de rugby.
Y, si, por ejemplo, la
intentamos poner en el carrito para alejar el circo de los espectadores –o
simplemente porque suele pasar que nos coinciden las rabietas con las prisas-,
se arquea a lo bestia cual Regan de El
exorcista. (…)
Aunque las rabietas no siempre
son imprevisibles. Van asociadas a cansancio, sueño y hambre, y analizando
las veces que la niña se nos convierte en Hulk, sí que hay una causa-efecto:
ella quería hacer algo por sí sola y no la hemos dejado o nos hemos
adelantado para acabar antes. Cosas tan tontas como apagar la tele con el
mando, abrir una puerta o subir sola al carrito. Además, estos estallidos
mini-adolescentes también son su forma de gestionar y escupir su estrés, su
angustia o la incertidumbre de lo no controlado. (…)
Las soluciones recomendadas
para lidiar con el crío son cambiarle de tema o despistarle con nuevos
estímulos, evitar que vea cosas apetecibles para no tener que prohibírselas o
directamente dejarle berreando en el suelo para que se desahogue y se canse,
controlándolo con la vista para que no le pase nada.
Lo bueno es que la fase de las
rabietas dicen que se acaba pronto. Aunque si entramos en Twitter veremos que
a muchos les dura toda la vida.
Martín
Piñol, El País, 14 de enero de 2018
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1.
Establecimiento del tema del texto, breve
resumen de su contenido y descripción y explicación del esquema organizativo
–partes temáticas constitutivas del texto y articulación de estas- (4 puntos).
2.
Comente los aspectos más relevantes de la
cohesión gramatical en el texto. (3 puntos)
3.
Comente los aspectos más relevantes de la
cohesión léxica en el texto. (3 puntos)
Procedemos a comentar la
coherencia del artículo titulado “La explosión de las rabietas” de Martín Piñol,
publicado en el periódico de tirada nacional El País el 14 de enero de 2018.
Antes de empezar el comentario,
definiremos el concepto de coherencia. Es la propiedad textual relacionada con
el contenido del texto que nuestra su unidad de significado.
El tema del texto sería la
reflexión sobre las rabietas infantiles. En resumen, el autor cuenta y analiza
las rabietas de los niños, sobre todo, en la época de vacaciones. Plantea
situaciones de rabietas y ofrece posibles soluciones.
En cuanto a la estructura externa,
este texto se divide en dos partes: un titular (“La explosión de las rabietas”)
y un cuerpo argumentativo de veintiuna líneas divididas en seis párrafos de
diferente extensión.
Respecto a la estructura interna,
podemos separar el contenido en tres partes. Por un lado, una introducción
(primer párrafo), que tiene como idea principal las rabietas de los niños y,
como idea secundaria, el alivio de los padres al acabar las vacaciones de sus
hijos. Por otro lado, encontramos el desarrollo, de la línea 5 a la 19, donde
únicamente se encuentran ideas secundarias: el ejemplo de la hija del autor,
las causas de las rabietas y soluciones a las mismas. Por último,
encontraríamos una conclusión en las dos últimas líneas, es decir, el último
párrafo, donde aparece la tesis del artículo: algunos jóvenes y adultos se
siguen comportando como niños. O, dicho de otra manera, las rabietas no solo
son infantiles.
Esta tesis se encuentra implícita
en esas líneas. Por lo tanto, al encontrarse la tesis al final del texto, podemos
afirmar que la estructura del mismo es sintetizante.
Dicha tesis se encuentra
defendida por un argumento de autoridad sobrentendido en el quinto párrafo,
cuando dice que “las soluciones recomendadas…”, donde se sobrentiende “los
expertos en la materia”. También encontramos, en mayor medida, argumentos de
ejemplificación: en la línea 2 cuando habla de “nuestros hijos”; el tercer
párrafo, al decir “si… la intentamos…”; el cuarto párrafo, cuando dice “se
convierte en Hulk”, “ella quería…”, “apagar…”, etc.; y en el sexto párrafo al
concretar la red social donde se demuestra su tesis.
El último aspecto que
comentaremos será la progresión temática, que podemos entenderla de dos
maneras. Por un lado, como de temas enlazados, viendo como tema 1 las rabietas
en Navidad con el rema (1) del alivio de los padres con la vuelta al cole; este
rema pasa a ser el tema 2 con el rema (2) del caso de la hija del autor; el
rema de este (3) al pasar a ser tema sería las razones de las rabietas; el
siguiente rema (4), cuando el último rema se convierte en tema, sería las
posibles soluciones; este pasa a ser el tema 5 con el rema (5) del posible o
supuesto fin de las rabietas.
Por otro lado, podemos entenderlo
como una progresión de tema constante. El tema sería las rabietas infantiles y
los remas: el alivio de los padres con la vuelta al cole (R1), el caso de la
hija del autor (R2), las razones de las rabietas (R3), las posibles soluciones
(R4) y el posible o supuesto fin de las rabietas (R5).
Por todo este análisis, podemos afirmar
que se trata de un texto coherente, ya que hemos podido confirmar su unidad de
significado.
Continuamos este comentario
analizando la cohesión del texto. Entendemos por cohesión la propiedad de todo
texto que muestra la conexión léxico-semántica, gramatical y lógico-sintáctica
de todos sus elementos lingüísticos.
Empezaremos por la cohesión
léxico-semántica. En primer lugar, analizaremos las recurrencias léxicas. Las
palabras que aparecen repetidas en este artículo son “rabietas” (titular, 4, 9,
11, 20), “nuestros” (2, 5), “críos” (3, 16), “niña” (5, 12), “suelo” (7, 18) y
“carrito” (8, 13). De todas ellas, señalamos como palabra clave “rabietas”.
Otra forma de recurrencia es
mediante las familias léxicas, las cuales escasean en el texto. Podemos destacar
“poseídos” (2) y “posesión” (3).
En cuanto a la sinonimia, vemos
pocas relaciones, por ejemplo la pareja de “explosión” (titular) y “estallidos”
(14) y la pareja de sinónimos contextuales “Navidad” (1) y “vacaciones” (4).
Tampoco los casos de antonimia
son predominantes; señalaremos una pareja especial formada, por un lado, por el
adjetivo “salvajes” (4) y, por otro, el trío de adjetivos “tierna, dulce y
adorable” (5).
Lo mismo ocurre en la
hiperonimia, donde vemos un solo caso pero muy nutrido. El hiperónimo es
“rabietas” (titular) y sus hipónimos son “posesión grupal” (3), “gritar” (7),
“patalear” (7), “tirarse por el suelo” (7), “lanzar objetos” (7) y “se arquea”
(9).
Respecto a los campos semánticos,
sí vemos más riqueza. Por un lado, encontramos el campo semántico del
espectáculo, con términos como “circo” (8), “espectadores” (8), “Regan” (10), “El exorcista” (10 y “Hulk” (12). Por otro lado, aparece el campo
semántico de los niños, con palabras como “rabietas” (titular), “rutina” (2),
“carrito” (8), “cansancio” (11),”sueño” (11), “hambre” (11). Y, por último, el
de las emociones, formado por “rabietas” (4), “estrés” (15), “angustia” (15),
“incertidumbre” (15).
En lo concerniente a la isotopía léxica del
texto, podemos señalar que esta se compone del campo semántico de los niños
junto a los hipónimos de “rabietas” (incluido el hiperónimo, desde luego) y
junto a otros términos, como “berreando” (18).
Para terminar de analizar la cohesión léxica,
señalaremos algunas de las figuras retóricas más importantes que aparecen en el
texto. Vemos algunos casos de hipérbole: “estaban poseídos” (2), “con la fuerza
de un jugador de rugby” (7), “se nos convierte en Hulk” (12). También utiliza
el autor símiles: “como todos los nuestros” (5), “cual Regan en El exorcista” (10), “se nos convierte en
Hulk” (12). Otro recurso bastante utilizado es la antítesis, como en “niña
tierna, dulce…” frente a “gritar…” (segundo párrafo) o el contraste de las
líneas 20 y 21 al hablar del final de las rabietas. Por último, vemos un ejemplo
claro de metáfora: “lidiar con el crío” (16), como si se tratara de un toro en
lugar de un niño.
Seguiremos el comentario del texto analizando
la cohesión gramatical y lógico-sintáctica. Para ello, comenzamos con el
escrutinio de la deixis. Lo primero que diremos es que no aparecen casos
reseñables de deixis de lugar. Sí los hay de tiempo, donde, aparte de los
verbos utilizados, podemos señalar adverbios como “de repente” (5-6), “antes”
(13) o “pronto” (20) y el sintagma nominal “toda la vida” (21).
Respecto a las deixis de persona,
distinguimos entre las de emisor y receptor en verbos como “hemos respirado”
(1), “comprobábamos” (2), “esperamos” (6), “intentamos” (8), “hemos dejado”
(13), “hemos adelantado” (13) y “entramos” (20); en determinantes como
“nuestra” (5) y en pronombres como el personal “nos” (6, 9, 12 y 13). También
encontramos deixis de persona referida solo al receptor en el verbo “mira” (5)
y en el pronombre personal “nosotros” (5).
Pasamos a continuación a analizar la
foricidad interna del texto. En cuanto a las anáforas, podemos señalar los
determinantes posesivos “nuestros” (2) referido a “padres” (1), “sus” (4)
refiriéndose a “los críos” (3) o “su” (15) referido a “la niña” (12); también
encontramos pronombres personales como “le” (6) para referirse a “niña” (5),
“se” (6, 8 y 12, entre otros) referido también a “niña” (5, 5 y 12), “la” (8)
para hablar de la “niña” (5), “sí” (13) mencionando a “la niña” (12), “las”
(17) queriendo hablar de “cosas apetecibles” (17), “lo” (18) alusivo a “el
crío” (16), y muchas más.
Asimismo, podemos señalar algunos casos de
catáforas, como el pronombre indefinido “todo” (6) que anticipa “gritar,
patalear, tirarse por el sueño o lanzar objetos…” (7) y el sintagma nominal “lo
bueno” (20) que anuncia “se acaba pronto” (20).
En cuanto a las proformas, el autor utiliza
muy pocas. Aun así, podemos destacar “poner” (8) que podría ser sustituido por
“sentar”.
Tampoco predominan las elipsis. La mayoría de
ellas son elipsis de sujeto: “(Todos) comprobábamos” (2), “nos lo esperamos
(nosotros)” (6), “la intentamos (nosotros)” (8), “(la niña) se arquea” (9),
“(las rabietas) van asociadas” (11), “(nosotros) no la hemos dejado” (13),
“(nosotros) nos hemos adelantado” (13), “dicen (los expertos)” (20),
“(nosotros) entramos” (20) y “(nosotros) queremos” (21). Hay algún caso de
elipsis de verbo, con o sin complemento: “como todos los vuestros (lo son)” (5)
o “cual (si fuera) Regan…” (10). Otro caso que podemos señalar es la elipsis de
un complemento del nombre: “las soluciones recomendadas (por los expertos)”
(16).
Pasamos a continuación a analizar el eje
temporal del texto. El tiempo verbal predominante es el presente de Indicativo:
“es” (3, 5), “esperamos” (6), “cambia” (6), “intentamos” (8), “suele pasar”
(9), “son” (11, 14, 16), “convierte” (12), “dicen” (20), “dura” (21), etc. Esto
se debe a que trata un hecho de actualidad y lo hace desde el presente.
Este tiempo verbal aparece acompañado de
otros como el pretérito imperfecto (“estaban”, 2), el pretérito
pluscuamperfecto (“había habido”, 3), el presente de Imperativo (“mira”, 5), el
pretérito perfecto compuesto (“hemos dejado”, 13), el presente de Subjuntivo
(“vea”, 17; “cause”, 18; “pase”, 19) o el futuro imperfecto de Indicativo
(“veremos”, 21). La presencia de los tiempos del pasado se justifica por la
referencia a hechos pasado que son la causa de los hechos presentes. El
presente de Subjuntivo y el futuro son usados por la prospección que el autor
hace hacia el futuro.
Por último, analizaremos los conectores.
Encontramos conectores de adición como “y” (3, 5, 8) o “además” (14); de
ejemplificación: “por ejemplo” (8); de contraste: “aunque” (11, 20); y de
causa: “porque” (2, 9).
Llegamos a este punto, podemos concluir
diciendo que se trata de un texto bien cohesionado, tanto a nivel
léxico-semántico como a nivel gramatical y lógico-sintáctico. Esto, junto al
análisis realizado de la coherencia, nos permiten afirmar que es un texto bien
construido.
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