Paraísos
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El título de
la fotografía ganadora del Premio de Periodismo Ortega y Gasset en la que una
mujer siria pide, caída en el mar, desesperadamente ayuda para su bebé es
demoledor: "Llegando al paraíso". Y es que paraísos hay muchos. Los
hay fiscales e imaginarios para los que hemos tenido la suerte de haber
nacido en el primer mundo y los hay que consisten simplemente en alcanzar las
costas de Europa, para los que viven en el segundo y en el tercero.
El mito del
paraíso, que viene de los albores de la
humanidad, nos acompaña a lo largo de la historia reconvertido en múltiples fantasías y representaciones individuales y colectivas. Solo en
España tenemos media docena, desde la Babia arcádica y ensimismada (…) a la Jauja cordobesa (…).
El mito del
paraíso que Adán y Eva disfrutaron antes de ser expulsados de él pervive en
nuestro subconsciente junto con el deseo de recuperarlo un día. Pero,
mientras que para algunos su identificación coincide con esos lugares a los
que la Hacienda de su país no puede llegar porque están fuera de su alcance,
lo que les garantiza que no tendrán que pagar impuestos por sus fortunas,
para otros se reduce simplemente a alcanzar las costas de un continente que
les garantiza, o debería hacerlo por humanidad, vivir a salvo de la guerra,
el hambre o la persecución política o religiosa.
Que la palabra
se use igualmente para denominar a unos y a otro, a los agujeros negros
fiscales y financieros y al continente que para mucha gente es sinónimo de
libertad o simple supervivencia,
indica la inmoralidad de un mundo que se llama el primero a sí mismo cuando
es el tercero o el cuarto. Si la medida de nuestras vidas la dan nuestras
ilusiones, las de esas personas que arriesgan la suya para buscar un futuro
mejor para sus familias son infinitamente superiores a las de quienes,
viviendo en el paraíso, lo buscan también para su dinero sin importarles lo
que a los demás les pase.
Julio
Llamazares, 25 de abril de 2016, El
País
|
I.
Comentario
crítico del texto (0-4 puntos)
I.1.
Establecimiento del tema del texto, breve resumen de su contenido y descripción
y explicación de su esquema organizativo –partes temáticas constitutivas del
texto y articulación de estas- (3 puntos).
I.2.
Explicación y valoración de las ideas expuestas a partir de la cultura del
alumno y de su conocimiento del mundo (1 punto).
OPCIÓN A
II.
Cuestiones (0-2
puntos cada una).
II.1.
Analice sintácticamente la siguiente oración: “El mito del paraíso que Adán y Eva disfrutaron antes de ser expulsados
de él pervive en nuestro subconsciente junto con el deseo de recuperarlo un día” (líneas
9-10).
II.2. Comente los aspectos más relevantes de la modalización del
texto.
II.3. El
compromiso social y político en la poesía de Miguel Hernández.
OPCIÓN B
I.
Cuestiones (0-2
puntos cada una).
II.1. Analice la estructura interna de las siguientes palabras,
descomponiéndolas en sus formantes morfológicos básicos e indicando
expresamente el tipo de morfemas que se advierten en cada caso: “reconvertido” (línea 7), “individuales” (línea 7) e “supervivencia” (línea 16). A
continuación, señale la categoría léxica a las que pertenecen (sustantivo,
adverbio, etc.) y la clase en la que se incluyen según su estructura (simple,
derivada, etc.). Por último, explique el significado de “albores” (línea 6) y “ensimismada”
(línea 8) en el contexto en que aparecen.
II.2.
Comente la cohesión léxica del texto.
II.3.
Personajes masculinos de La casa de los
espíritus.
SOLUCIONES
“PARAÍSOS”
Vamos a comentar la coherencia del texto
titulado “Paraísos”, escrito por Julio Llamazares y publicado en el periódico El País el 25 de abril de 2016.
El tema que trata este artículo es la crítica
a los paraísos fiscales y denuncia de la situación vivida por los refugiados.
A modo de resumen, diremos que el autor, a
partir del título de una fotografía de una refugiada, critica los paraísos
fiscales y denuncia la situación que viven los refugiados, así como la poca
sensibilidad del primer mundo hacia estas personas.
En su estructura externa, este texto se
compone de un titular (“Paraísos”) y un cuerpo argumentativo de veinte líneas,
divididas en cuatro párrafos de diferente extensión.
En cuanto a su estructura interna, podemos
dividir el contenido en tres partes: una primera parte compuesta por el primer
párrafo (líneas 1-5), donde el autor presenta el tema y los diversos tipos de
paraísos que existen. En la segunda parte, que abarcaría los dos párrafos
siguientes (líneas 6-14), se desarrolla el tema, ya que habla de los orígenes
del concepto de “paraíso”, pone ejemplos y desarrolla los tipos enunciados en
la primera parte. Y la tercera parte, que sería el último párrafo, es la
conclusión del texto, donde además hace una proposición encubierta: un término
nuevo para el paraíso que buscan los refugiados.
Pasando a hablar de la tesis del texto,
encontramos que esta aparece al final del texto: “Que la palabra se use
igualmente para denominar a unos y a otro, a los agujeros negros fiscales y
financieros y al continente que para mucha gente es sinónimo de libertad o
simple supervivencia, indica la inmoralidad de un mundo que se llama el primero
a sí mismo cuando es el tercero o el cuarto” (15-18). Por ello, se trata de una tesis explícita y la estructura
del texto es sintetizante o inductiva.
Esta tesis es apoyada por una serie de
argumentos aportados por el autor. Encontramos principalmente argumentos de
ejemplificación como “la Babia arcádica y ensimismada (…) a la Jauja
cordobesa” (8), “El
mito del paraíso que Adán y Eva” (9). También vemos en el tercer párrafo un argumento de contraste: “Pero,
mientras que para algunos… la persecución política o religiosa” (10-14).
Para terminar, comentaremos la progresión
temática del texto. Vemos que es de temas enlazados, puesto que parte del tema
de la fotografía ganadora del premio Ortega y Gasset y nos lleva al rema: “paraísos”;
este se convierte en tema para introducir el rema del mito del paraíso a nivel
de orígenes; de ahí, convertido en tema, vamos al rema del mito de Adán y Eva;
una vez tematizado este rema, sirve para insertar el rema del contraste de los
paraísos fiscales y los paraísos para los refugiados; este, a su vez, se
transforma en tema para, finalmente, hablar del rema de la insensibilidad del
primer mundo hacia los menos favorecidos.
(SUGERENCIA DE VALORACIÓN)
El texto propuesto presenta las tres
propiedades que debe cumplir todo texto bien construido: es coherente y adecuado
y está bien cohesionado.
Trata dos temas de total actualidad: la
crisis de los refugiados y la evasión de impuestos en paraísos fiscales. Por desgracia,
son dos temas de los que en los últimos meses no se ha podido dejar de hablar
puesto que son dos problemas que aún no tienen solución.
También es un tema de interés general: ¿a
quién no le preocupan esas personas que deben abandonar sus países para evitar
una muerte casi segura? ¿A quién no le importa que unos cuantos
multimillonarios evadan impuestos que no les supondrían una gran pérdida
mientras otros trabajamos duro y obedecemos las leyes a pesar de que pueda
suponernos perder grandes cantidades de dinero?
Asimismo, es un tema de gran utilidad en el
sentido moral, puesto que, si no se nos había ocurrido ver esta relación de las
acepciones de la palabra “paraíso”, el autor nos las presenta y nos ayuda a
pensar que a veces no solo las situaciones, el mundo o el propio hombre es
injusto, sino que hasta el idioma lo es.
Personalmente, creo que se podría cambiar el
término “paraíso fiscal” por otro más adecuado, aunque no se me ocurre una
propuesta. Como dice el texto, la palabra “paraíso” se relaciona con cosas
positivas desde sus orígenes. Entonces, ¿por qué aplicarlo a esos lugares que
sirven a personas corruptas a delinquir? Sin embargo, veo una razón a que se
deje, aunque es un tanto utópica: si Adán y Eva fueron expulsados del paraíso
por incumplir las normas propuestas por Dios, los corruptos deberían abandonar
esa situación paradisíaca y pagar por lo que han hecho. De momento, pocos casos
vemos en los que los delincuentes paguen justa y realmente por lo que han hecho
(mi propuesta sobre esto sería no solo una condena penitenciaria, sino que devolvieran
todo el dinero desfalcado y algo más de multa). Por ello, sigue teniendo
sentido cambiar el nombre de “paraíso fiscal”.
Por otro lado, creo que el autor intenta
abrirnos los ojos con la situación de los refugiados. Aunque no me gusta algo
de lo que dice, pero no por él. El hecho de que se frivolice con el tema por
medio del concurso de fotografía. Quizá no fuera sobre la foto más dura sobre
los refugiados, pero aún así es un arma de doble filo: sirve para denunciar la
situación y, como decía antes, abrir los ojos a muchas personas; pero también
puede servir para frivolizar sobre un tema muy delicado.
Si el problema de la evasión de impuestos
tiene difícil solución, el de los refugiados creo que la tiene peor. Es cierto
que la economía europea no pasa por su mejor momento, pero con diferencia es
mejor que la que viven actualmente los sirios. Pienso que Europa se está
mostrando poco generosa y mucho menos empática con estas personas. Al ver
imágenes de los campos de refugiados, no puedo dejar de pensar en dos cosas: por
un lado, en los republicanos españoles que huyeron de la Guerra Civil, que no
vivieron esas situaciones; o los españoles que fueron a Alemania a trabajar. Y,
por otro lado, en los campos de concentración nazis: da la sensación de que van
a tener el mismo final que ellos (cuando llegaban hacinados en trenes, al vivir
en pésimas condiciones, al no tener medidas de higiene y salud, al perder el
trabajo o la escuela, al no tener derechos…, en definitiva, al perder su
dignidad como personas).
En fin, creo que debemos buscar remedio a
estos problemas y no mantenernos indiferentes ante ellos, sobre todo, pensando
en que es posible que algún día nosotros nos podemos ver en esa situación;
entonces, ¿no querríamos que nos ayudaran?
OPCIÓN A
ANÁLISIS SINTÁCTICO
MODALIZACIÓN
Procedemos a continuación a hablar de la
modalización. Para ello, definimos primero modalización como el grado de
subjetividad del texto. Distinguimos tres tipos de modalización: modalización
valorativa, epistémica y deóntica.
En la modalización valorativa, podemos
señalar en primer lugar el léxico valorativo: sustantivos como “paraísos”
(titular), “primer mundo” (4), “el segundo” y “el tercero” (5), “deseo” (10), “agujeros
negros fiscales” (15), “libertad” (16), “supervivencia” (16), “inmoralidad”
(17); adjetivos como “demoledor” (2), “fiscales e imaginarios” (3), “reconvertido”
(7), “arcádica” (8), “ensimismada” (8); adverbios como “desesperadamente” (2), “simplemente”
(4, 13) o “infinitamente” (19) “; y verbos como “pervive” (9).
Por otro lado, vemos algunos ejemplos de
deixis de persona del emisor junto con el receptor a través del pronombre “nos”
(6), el determinante “nuestras” (18) y de verbos en 1ª persona del plural: “tenemos”
(8).
En cuanto al registro, podemos decir que
predomina el registro estándar, propio de los textos de ámbito periodístico. Sin
embargo, encontramos algunas desviaciones hacia el registro culto. Del registro
culto podemos señalar vocabulario como “albores” (6), “arcádica” (8), “ensimismada”
(8), “Jauja” (8), “subconsciente” (10), y los tecnicismos “denominar” (15), “sinónimo”
(16), así como el uso de oraciones subordinadas, por ejemplo las adjetivas con
“que” de las líneas 6, 9, 16, 17 y 18, las sustantivas con “que” de las líneas1,
3, 5, 12, 15 o 20, con o sin artículo, la causal de la línea 11 (“porque…”), las
adverbiales temporales de las líneas 10 y 17 (“mientras que…” y “cuando”), etc.
Sin embargo, como en otros artículos de opinión, no aparecen desviaciones al
registro coloquial.
Por último, en este tipo de modalización,
señalaremos el uso de figuras retóricas como la metáfora: “Llegando al paraíso”
(2-3) o “agujeros negros fiscales” (15), y de personificaciones como “El mito
del paraíso… pervive…” (9) y “la medida de nuestras vidas las dan nuestras
ilusiones” (18).
En segundo lugar, analizaremos la
modalización epistémica, la cual se fija en el grado de certeza expresado por
el autor. En este caso, apreciamos que predominan las oraciones enunciativas,
sobre todo, las afirmativas: “Y es que paraísos hay muchos” (3), “El
mito del paraíso que Adán y Eva disfrutaron antes de ser expulsados de él
pervive en nuestro subconsciente junto con el deseo de recuperarlo un día” (9-10), etc. También destaca el uso de
verbos en presente, lo cual ayuda a aumentar la seguridad con la que se expresa
el autor: “es” (2, 3, 17), “hay” (3, 4), “consisten” (4), “viven” (5), “acompaña”
(6), “pervive” (8), “coincide” (11), y un largo etcétera. Esto, unido a la
ausencia de expresiones de duda, nos muestra el alto grado de certeza
manifestado por el emisor.
Para terminar, y en tercer lugar,
comentaremos la modalización deóntica, la encargada de analizar las muestras de
consejo o mandato del emisor al receptor. En este texto no existen los verbos
en imperativo ni encontramos la presencia de expresiones de mandato o de
sugerencia.
Por todo ello, podemos afirmar que el grado
de subjetividad del texto es alto, es decir, se trata de un texto muy
modalizado.
LITERATURA
EL COMPROMISO SOCIAL Y POLÍTICO EN LA POESÍA DE MIGUEL
HERNÁNDEZ
En la trayectoria literaria de
Miguel Hernández se pueden apreciar cuatro etapas: etapa oriolana, etapa
amorosa y existencial, etapa bélica y etapa carcelaria.
Es en la tercera etapa (aunque en
la segunda se vislumbra ya algo), con la llegada de la Guerra Civil española,
cuando Miguel Hernández se adentra en la poesía comprometida con Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939). Durante estos años, Hernández cree
necesario convertir el arte en un arma de combate y en un instrumento útil para
mantener bien alta la moral del soldado, además de un medio para la
humanización del prójimo.
Así, cuando el 18 de julio del 36
se produce el levantamiento de los militares contra el gobierno republicano,
Miguel, ya con una más clara y enérgica conciencia ideológica, se alista del
lado del ejército republicano. Allí desarrolla labores de organización de
tareas de índole cultural, como son la elaboración de un periódico divulgativo
y trabajos de alfabetización de la tropa, a la vez que intenta renovar y
alentar la moral de los soldados con recitales y lecturas que levantan el
espíritu combatiente de los compañeros. Su tarea propagandística terminó
cuajando una obra que acabaría convirtiéndose en escrito de consigna política
durante los años que siguieron al fin de la contienda. Es su literatura de
urgencia. La figura de Miguel empieza a contornearse en su papel de escritor
del pueblo, precursor de la poesía social.
Viento del pueblo (1937) y El
Hombre acecha (1939, aunque no se publicó hasta 1960), son dos poemarios
escritos durante la guerra civil. El tema amoroso deja paso a una poesía social
y cívica, comprometida con su tiempo. El primero es más épico, combativo y
optimista; el segundo, escrito cuando el final de la guerra estaba decantado,
es en general más pesimista: los años han pasado y el poeta vuelve sus ojos
hacia los horrores de la guerra: heridos, cárceles, miseria, destrucción,
sangre... son protagonistas de sus poemas. La variedad métrica en estos libros
es mayor. En El Hombre acecha
predominan los alejandrinos. Aquí la palabra es todavía símbolo de resistencia,
pero la muerte del primer hijo y la derrota de la guerra sumen al poeta en la
desesperación.
Durante la guerra, Miguel
Hernández emplea su poesía para luchar por la causa republicana y con Viento del pueblo, como el viento, la
voz del poeta alienta a los soldados en las trincheras, arenga a la lucha, mantiene
viva la esperanza. Son poemas que lloran la muerte de Lorca, de los hombres en
el frente de batalla, que cantan al niño yuntero, al sudor de los campesinos, a
la compañera, esposa y amante lejana... La solidaridad es ahora el lema del
poeta; busca una poesía más directa y popular mediante el empleo del romance,
del octosílabo como metro más popular y de la canción; pero también intercala
poesía de procedencia más culta de carácter épico como “Las manos”, “Canción
del esposo soldado” o “Hijo de la luz”.
En Viento del pueblo no pretende, sin embargo, hacer un arte
totalmente subordinado a las circunstancias, de propaganda, sino que pretende
una poética que se nutra de lo popular para elevar estéticamente al pueblo.
Además, lleva a cabo una poética del grito, que supone ser portavoz del dolor y
de la denuncia social (“Sentido de los muertos”). En “Recoged esa voz” mantiene
que la poesía es una forma de defenderse y de defender al pueblo. Pero, a pesar
de sus intenciones de mantener la altura estética, no siempre lo hace, pues
Hernández prioriza siempre el aspecto solidario, humano, mediante la
naturalidad formal y la emoción. “El niño yuntero” refleja su dolor ante el
sufrimiento de los niños jornaleros devastados por el hambre y la miseria.
Otros poemas del libro tratan la lucha del pobre contra su explotador
(“Jornaleros”, “Aceituneros”, “Las manos”, “El sudor”). En definitiva, con este
libro el poeta aúna la poesía militante de los 30 con el canto popular y llega
a conseguir, según J. Mª Balcells, una épica oral moderna.
Por otro lado, la unidad de la
obra está determinada por los tonos de la exaltación, la lamentación y la
imprecación.
·
La exaltación tiene su origen en el
entusiasmo combativo, la fuente inspiradora está en su identificación con la
colectividad que se levanta glorificada en sus atributos de fuerza, orgullo y
arrogancia a través de una hipérbole simbólica que hace uso del bestiario (“yacimientos
de leones, /desfiladeros de águilas, /y cordilleras de toros”) y fenómenos
atmosféricos de especial poder y violencia (huracán, rayo).
·
En la lamentación se trata sobre todo de
poemas elegíacos como el de García Lorca o de otros con matices muy distintos
de marcado acento social como “El niño yuntero” o “Aceituneros”.
·
Como radical contraste de la exaltación está la
imprecación contra los cobardes y los que tiranizan al pueblo, con imágenes
de tono degradador con símbolos de naturaleza zoomórfica (liebres, gallinas) y
signos que indican el pánico que sacude a esos cobardes (“el pelo se les
espanta”).
El hombre acecha incluye textos escritos a raíz de la estancia del
poeta en la Unión Soviética. Es un poemario con un tono fuertemente personal
que testimonia los instintos más criminales del ser humano (“Canción Primera”),
el odio feroz que pueden desencadenar el hambre y la explotación (“El hambre”)
o el horror de una guerra que transforma a todos en fieras y en víctimas a la
vez (“Las cárceles”).
La obra marca una visión
desalentadora de la realidad con miles de muertos y heridos. El elemento humano
“pueblo” del primer libro, mundo colectivo, solidario, es aquí “hombre”
(referencia genérica a la condición humana), y la fuerza vivificadora
(“viento”) pasa a acción amenazante, aniquiladora (acecha). Tras la evidencia
trágica el poeta ha de cumplir ahora una función reveladora. Debajo de los
signos de infortunio (odio, opresión, muerte) que sufre el pueblo, a él
corresponde actuar para avisar de esos poderes benévolos y regeneradores,
capaces de liberarlos para siempre de lo maligno.
En síntesis, el compromiso social
y político de Miguel Hernández se percibe con nitidez en su voz poética, que
exalta a los hombres que luchan por la justica, lamenta el dolor de las
víctimas oprimidas y reprende a los explotadores de la patria.
OTROS POEMAS DE
COMPROMISO SOCIAL Y POLÍTICO
“Me llamo barro” (ERQNC) “Alba
de hachas” (VDP)
“Sonreídme” (VDP) “Llamo
a los poetas” (a Aleixandre y a Neruda) (EHA)
“Sino sangriento” “Mi
sangre es un camino”
“Vecino de la muerte” “Vientos
del pueblo” (VDP)
“Canción del esposo soldado” (VDP) “El sudor” (VDP)
“Rosario dinamitera” (VDP) “Elegía
primera” (A Federico García Lorca) (VDP)
“Elegía segunda” (A Pablo de la Torriente, comisario
político) (VDP)
“Los cobardes” (VDP) “Ceniciento
Mussolini” (VDP)
“Pasionaria” (VDP) “Madre
España” (EHA)
OPCIÓN B
MORFOLOGÍA Y SEMÁNTICA
COHESIÓN LÉXICA
A continuación, procedemos a analizar la
cohesión, en este caso, léxica. La cohesión es la propiedad textual que trata
de la unión de los diversos elementos a nivel léxico, semántico, gramatical y
lógico.
En la cohesión léxica nos fijaremos en los
procedimientos de repetición (recurrencia, palabra clave y familia léxica) y
las relaciones semánticas (sinonimia, antonimia, hiperonimia, campos
semánticos, isotopía léxica y uso de figuras retóricas).
Empezamos, pues, por las recurrencias del
texto: “paraíso/s” (titular, 3, 6, 9, 20), “fiscales” (3, 15), “simplemente”
(4, 13), “costas” (5, 13), “humanidad” (6, 14), “continente” (13, 16), “mundo”
(4, 17) y “tercero” (5, 17).
También podemos señalar algunas familias
léxicas, como la formada por “simple” (16) y “simplemente” (4, 13), y la
compuesta por “vivir” (14), “pervive” (9) y “supervivencia” (16).
Por ello, y por recoger el contenido del artículo,
podemos señalar como palabra clave del texto “paraíso”.
En cuanto a las relaciones semánticas,
empezaremos señalando las parejas de sinónimos que aparecen en el texto: “fiscales”
e “imaginarios” (3), “paraíso” (6) y “múltiples fantasías y
representaciones individuales y colectivas” (7), “deseo” (10) e “ilusiones” (18), “fortunas” (12) y “dinero”
(20).
En cuanto a los antónimos, que son abundantes
en el texto por el contraste que establece entre los dos tipos de paraísos, destacamos:
“primer mundo” (4) y “segundo” y “tercero” (5), “individuales” y “colectivas”
(ambos en la línea 8), “esos lugares a los que la Hacienda de su país no
puede llegar porque están fuera de su alcance” (11-12) y “alcanzar las costas de un
continente que les garantiza, o debería hacerlo por humanidad, vivir a salvo de
la guerra, el hambre o la persecución política o religiosa” (13-14), “unos” y “otro”
(15), “los agujeros negros fiscales y financieros” (15-16) y “continente que
para mucha gente es sinónimo de libertad o simple supervivencia” (16).
También encontramos dos relaciones de
hiperonimia. En primer lugar, del hiperónimo “paraísos” (3) tenemos los
hipónimos “fiscales” e “imaginarios” (3). En segundo lugar, del hiperónimo “continente”
(13) tenemos el hipónimo: “Europa” (5).
Pasamos a los campos semánticos, donde
encontramos varios. Está el del periodismo con palabras
como “título”, “fotografía” y “periodismo” (todas en la primera línea). También
tenemos el campo semántico de los refugiados: “mujer siria” 81-2), “su bebé”
(2), “guerra” (14), “hambre” (14), “persecución política o religiosa” (14), “libertad”
(16), “supervivencia” (16), “ilusiones” (18), “futuro mejor” (19). Otro campo
es el de los paraísos, con palabras como “fiscales” (3), “imaginarios” (3), “Babia”
(8), “Jauja” (8), “el mito del paraíso que Adán y Eva” (9). En relación con este,
estaría el campo semántico del paraíso fiscal: “Hacienda” (11), “impuestos”
(12), “fortunas” (12), “agujeros negros fiscales” (15), “dinero” (20). Y otro
campo, menos significativo, podría ser el de los valores, tanto positivos como
negativos, donde incluiríamos “humanidad” (14) e “inmoralidad” (17).
De estos campos semánticos, destacaremos como
isotopía léxica, por recoger el tema del texto, el del paraíso fiscal y el de
los refugiados. Así pues, podríamos añadir términos como “caída al mar” (2), “alcanzar
las costas” (13), “a salvo de” (14), “arriesgan” (18), en cuanto al de los
refugiados, y, sobre el de los paraísos fiscales: “fuera de su alcance” (12) y “pagar”
(12).
Para terminar de analizar la cohesión léxica,
únicamente falta señalar las figuras retóricas: metáforas como “Llegando al paraíso”
(2-3) o “agujeros negros fiscales” (15), y personificaciones como “El mito del
paraíso… pervive…” (9) y “la medida de nuestras vidas las dan nuestras
ilusiones” (18).
LITERATURA
LOS PERSONAJES MASCULINOS DE LA CASA DE LOS ESPÍRITUS
Los personajes de la novela
conforman el microcosmos de la sociedad chilena. Por La casa de los espíritus desfila una multitud de personajes: la
mayor parte de ellos son personajes complejos que maduran y cambian sus
inquietudes con los sucesos de la novela; hay algunos que desaparecen y
reaparecen a lo largo de la obra, como Tránsito Soto y Esteban García.
Los personajes son descritos con
mucha claridad. Representan fielmente las características propias de una
sociedad patriarcal: el hombre mantiene un sistema autoritario, pero el eje de
la familia está marcado por las mujeres; de hecho, su ausencia provoca el
estropicio del mundo que les rodea.
Todos los personajes se articulan
alrededor de dos familias: los poderosos burgueses (Nívea y Severo, y sus
descendientes) y la de los campesinos (Pedro García “el Viejo” y sus
descendientes, y también otros desfavorecidos).
Por lo que respecta a los personajes
masculinos, destaca especialmente ESTEBAN
TRUEBA:
-
Representante de la oligarquía latifundista
-
Presente desde el inicio hasta el fin de la
novela
-
Representante del poder:
·
La autoridad del patrón (ámbito rural)
·
La del patriarca machista (ámbito doméstico)
-
Acaba sus días con la sola compañía de su nieta,
a la única a la que siempre había demostrado afecto.
-
De joven sufre dificultades económicas y se
dedica a recuperar la finca por explotar
-
Asistimos a su ascenso, su éxito económico y
político, su derrota y su conversión moral ya tardía.
-
En sus inicios:
·
Trabaja de minero
·
Levanta la hacienda rural
-
Se promete con Rosa (pero ella muere)
-
Se casa con Clara y tiene tres hijos con ella
(Blanca, Jaime y Nicolás)
-
Violento, irascible, mal carácter, con valores
erróneos:
·
Se cree buen patrón, pero oprime a los
trabajadores y viola a las jóvenes.
·
Se cree buen padre, esposo y padre, pero no
congenia con sus familiares, no sabe amar a Clara y se distancia de sus hijos.
-
A veces se siente más sosegado y feliz en los
prostíbulos que en su casa
-
No acepta las ideas progresistas y persigue
obsesivamente todo lo que “huele a comunismo”
-
Se presenta a senador cuando su relación con
Clara se resiente
-
Al ganar, alienta a las fuerzas militares al
golpe de estado.
-
Se arrepiente de sus acciones al sufrir su
familia las consecuencias de la dictadura
-
La autora le concede voz narrativa
-
A través del relato de Alba, lo comprendemos
como hombre multidimensional: al morir Clara, oye espíritus y, finalmente,
acepta a Pedro Tercero.
-
En sus últimos momentos:
·
Reconoce sus errores y el daño causado gracias a
Alba
·
Acaba humillado, infeliz y decrépito.
·
Solo es comprendido por su nieta
Su antagonista es PEDRO TERCERO GARCÍA:
-
Es su rival político, familiar y social.
-
Es hijo de PEDRO
SEGUNDO GARCÍA, capataz del feudo.
-
No acepta las condiciones injustas del patrón y
se enfrenta a él
-
Propicia el cambio social apoyando al Candidato
socialista y se hace cantante revolucionario (es el trasunto de Víctor Jara,
cantautor chileno)
-
Representa la añeja cultura rural heredada de su
abuelo, PEDRO GARCÍA, el Viejo,
cultivador de la tierra y de la sabiduría ancestral casi mágica.
-
Trueba le corta tres dedos de una mano, pero
sigue tocando la guitarra (le cura el padre José Dulce María)
-
Se enamora de la hija del patrón y la deja
embarazada
-
Viven este amor apasionado, juvenil y
clandestino durante años:
·
Cuando no hace falta que se oculten, Blanca lo
abandona y se retira a la comodidad de la casa paterna.
·
Al final, se reconcilian Trueba y Pedro Tercero
gracias al amor que tienen a Blanca; huye con ella a Canadá.
Otros personajes masculinos
con cierta importancia en La casa de los
espíritus serán los gemelos JAIME
y NICOLÁS. Jaime es un hombre tímido
cuya misión en la vida será velar por los necesitados y morirá fusilado en el
golpe de estado. Tiene muy buena relación con su sobrina Alba. Está enamorado
en secreto de Amanda, amante de su hermano Nicolás, a quien practica un aborto
fruto de esta relación.
Nicolás presenta un carácter más
frívolo y acabará dedicándose a una vida orientalista en Estado Unidos. Enseña
a su sobrina a soportar el dolor, aunque no le sirve cuando es secuestrada y
torturada.
A través de estos personajes
femeninos y masculinos, vemos la compleja realidad social de Chile de
principios del siglo XX.
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