SEPTIEMBRE 2010
Opción B
EL PAÍS QUE PERDIÓ EL
HUMOR
Javier Marías
COHERENCIA
El tema que trata este artículo escrito
por Javier Marías y publicado en El País
Semanal el 4 de abril de 2010 es la crítica a la incapacidad actual de los
españoles para reírse de ellos mismos.
A modo de resumen podemos decir
que autor contrasta dos situaciones relacionadas con el humor en la sociedad española:
a pesar de la situación que se vivió en la época del régimen dictatorial, la
sociedad española presentaba un sentido del humor característico e imperante,
aunque siempre en la vida privada. Sin embargo, hoy en día, en una sociedad más
evolucionada y libre esta virtud se ha perdido. Esto se puede observar a través
de los medios de comunicación, ya que interpretan todo de manera literal, sin
apreciar el sentido figurado.
Por lo que respecta al esquema
organizativo, comenzaremos con la estructura externa. El texto se
compone de un titular (“El país que perdió el humor”) y de un cuerpo
argumentativo de veintiséis líneas divididas en tres párrafos de similar
extensión.
Seguimos con la estructura
interna. El texto se puede dividir en tres partes: en las líneas 1-9 (primer
párrafo), encontramos la introducción, en la que habla del sentido del
humor casi perenne en los españoles a lo largo de su historia, incluso en
periodos difíciles. También lo contrasta con el carácter serio inmune al humor.
A partir de la línea 10 y hasta la 20 (hasta “particularmente ofensivo”)
encontramos el desarrollo, donde predomina la idea de que los españoles,
a través de la televisión, tiene sentido del humor. Para ello se apoya en
argumentos de ejemplificación. También se refiere (y ejemplifica) a casos de
políticos. Por último, en la tercera parte, encontramos la conclusión (líneas
20-26, desde “Nos guste o no”). En ella, además de aparecer la tesis, aparecen
ideas que la apoyan como ejemplos de palabras que pueden tener doble sentido
(argumentos de ejemplificación).
Por todo ello, diremos que el tipo
de estructura es sintetizante. Así pues, la tesis, explícita, aparece en el
último párrafo (“No está en nuestra mano… ni aceptar”, líneas 25-26).
En cuanto a los argumentos,
aunque ya se han mencionado algunos, diremos que el autor se vale de argumentos
de comparación (Italia e Inglaterra, línea 2), de experiencia personal (línea
4), de autoridad (Pérez-Reverte) y de ejemplificación (época de Franco, la
Revolución Francesa, el caso de Rosa Díez, las palabras que utiliza para
demostrar que todas pueden resultar peyorativas…).
Por último, analizamos la progresión
temática del texto, que es de tema constante. A raíz del tema del humor en
la historia española, surgen los remas, que se corresponderían con los
argumentos de ejemplificación.
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