DOS MANERAS DE ANALIZAR LA ADECUACIÓN DEL TEXTO "DEFECTILLOS"
ADECUACIÓN
Para comentar la adecuación de un texto, nos
fijaremos en el modo de elocución (tipo de texto), en las funciones del
lenguaje, en el registro utilizado y en el grado de modalización.
En primer lugar, el tipo de texto de este
artículo periodístico es expositivo-argumentativo, aunque predomina este
último. Como hemos visto en la coherencia, la autora nos da su opinión y trata
de convencernos de ella con multitud de argumentos; por eso, domina la parte
argumentativa sobre la expositiva.
Seguidamente, destacaremos las funciones del
lenguaje de este artículo: la función expresiva (la autora nos da su opinión y
expresa sus sentimientos) y la función apelativa (trata de convencer al lector
de esta opinión). También encontramos de fondo la función referencial,
especialmente cuando da datos de lo que ganan las modelos o de algún tipo de
información sobre lo que han hecho otras personas.
En siguiente lugar, diremos que el registro
utilizado es el estándar, dentro del código utilizado, que es el castellano
escrito. Además, encontramos cultismos como “gestionar su carrera” (4), “ser
hermosas” (11), “ventajoso” (12), “ínfimas” (25), “desaforado” (26). Asimismo,
podemos señalar ejemplos de coloquialismos: “milmillonaria” (2), que a su vez
es un neologismo; “una tía estupenda” (4), “guapura” (16), “para colmo” (22).
Para terminar y en lo que
respecta a la modalización valorativa, encontramos cambios de registro, puesto
que en general la autora usa el registro estándar pero incluye también algún
cultismo, algún coloquialismo y algún neologismo, como ya hemos comentado
antes. También vemos cierto vocabulario valorativo, como “bellísima” (3),
“tristemente asombroso” (5), “moneda de cambio” (11), “íntimas” (25), “estaré
dispuesta” (29).
En la modalización epistémica,
podemos afirmar que el grado de certeza en muy alto, puesto que, como se
comentó en el eje temporal en la cohesión gramatical, predominan los verbos en
presente de Indicativo y no encontramos ejemplos de condicional o de futuro o
verbos en Subjuntivo. Si bien es cierto, existen dos casos de perífrasis
modales de posibilidad: “pueda ganar” (5) y “pueden hacerse” (16), aunque no
empeñan ese grado de certeza utilizado.
Para terminar, en cuando a la
modalización deóntica, podemos señalar que, de manera directa no nos aconseja
ni nos obliga (como lectores que somos). Por todo ello, unido a las deixis
personales de emisor y de receptor que señalamos en su momento, podemos decir
que el grado de modalización es bastante elevado.
ADECUACIÓN
El texto pertenece a un ámbito de
uso periodístico (concretamente el periódico Información de ámbito nacional), concretamente al género de
opinión: hablamos de un artículo de opinión firmado por Isabel Vicente.
En cuanto a su tipología, estamos
ante un texto expositivo-argumentativo, ya que, por un lado expone unos hechos
objetivos fruto de la investigación de una periodista amiga de la autora; y,
por otro, intenta convencernos de su opinión: los jóvenes machistas no cambiar.
De hecho, la intención o
finalidad comunicativa fundamental del texto es cambiar la conducta de las
jóvenes, mediante la expresión de la propia opinión. Por ello, la función del
lenguaje predominante es la apelativa. Unida a ella, encontramos la función
expresiva, como ya hemos justificado. De manera menos presente, podemos señalar
la función referencial al principio del texto, cuando habla del artículo de su
amiga periodista.
En cuanto al código utilizado es
la lengua castellana sin variantes diatópicas, dentro de la norma de uso.
Concretamente utiliza un registro estándar (claro y sencillo), el más apropiado
teniendo en cuenta el ámbito formal en el que estamos, el amplio y heterogéneo
público al que está dirigido, y el canal escrito, por lo tanto, preparado y sin
marcas de espontaneidad. Aunque si bien es cierto que aparecen muchos rasgos
del lenguaje coloquial, como las oraciones inacabadas “Al tiempo y verás…” (14)
o “seguirá siéndolo hasta que se muera...” (17-18), o vocabulario como
“noviete” (6), “defectillo” (titular), “imbécil” (19), “espatarrado” (4),
“farra” (13), “parranda” (14), etc.
Entendemos por la modalización de un texto la expresión
de la subjetividad manifestada por el emisor. Existen tres tipos de modalización:
la valorativa, la epistémica y la deóntica.
De la primera encontramos el
léxico valorativo para referirse al tipo de hombre sobre el que previene y lo
hace en forma de contrastes: “repetidor desgreñado y espatarrado” (4), “buen
chico y amigo eterno” (5); “misterioso y taciturno” (11), “ser aburrido” (11);
“malos de las pelis, turbios algo canallas, atormentados” (3), “más feo y
encima viejo” (10), “juerguista y ligón” (12), “antipático” (14), “no
detallista” (15), “borde, grosero, vago o egoísta” (17), “imbécil” (19).
También encontramos verbos afectivos o valorativos; de juicio, opinión o
actitud proposicional; verbos con carga negativa: “gustan” (3), “atraiga” (4),
“crees que apaciguarás” (12), etc. Así como otras expresiones valorativas como
“maldita la gracia que tiene eso” (22).
También encontramos rasgos
coloquiales dentro del registro estándar que usa el texto, por ejemplo los
diminutivos: “noviete” (6), “defectillo” (titular); y expresiones como “va a
ser que no” (8), “dale puerta a ese imbécil” (19), “al tiempo y verás” (14),
“maldita la gracia que tiene eso” (22), “escaparse de farra” (13), “compañera
de parranda” (16).
En este aspecto, podemos señalar
también la presencia de la autora a través de la primera persona singular
(persona verbal, posesivos) y de la primera persona del plural, como señalamos
en la deixis personal: “Leía”, “mi compañera”, “Si algo hemos aprendido en mi
generación”.
Además, podemos señalar el uso de
signos de puntuación, como las comillas que marcan el carácter irónico de la
expresión: “muestras de amor” (20) o los puntos suspensivos que dejan en
suspenso el enunciado para crear expectación: “Al tiempo y verás…” (14) o
“seguirá siéndolo hasta que se muera...” (17-18).
Para terminar con la modalización
valorativa, apuntaremos el uso de figuras retóricas como las enumeraciones con
paralelismos encabezados con “si”, el uso constante de la ironía, la metáfora
de las ranas, el uso de las hipérboles (un tanto subjetivas).
Por lo que respecta a la
modalización epistémica, podemos decir que el grado de certeza es total, puesto
que en ningún momento encontramos adverbios de duda o perífrasis de
posibilidad. Ejemplos que demuestran esa seguridad y certeza en la autora
serían: “aquí no cambia nadie” (9), “Pues bien, esto vale para todo” (10) o
todos los ejemplos que da.
En cuanto a la valoración
deóntica, y dado que predomina la función apelativa, vemos ejemplos de la modalidad
exhortativa o imperativa con la que se intenta influir en el destinatario para
que realice, o no realice, alguna acción: el vocativo “Pues bien, chicas” (8),
y los imperativos o consejos dados con otros tiempos y modos: “Tenedlo claro”
(10), “Asume que esa…” (10), “Si se resiste a acompañarte da por hecho que…”
(14-15), “No te canses…” (15), “Por favor, dale puerta ya a ese imbécil” (19).
Por todo ello, podemos decir que
se trata de un texto muy modalizado, es decir, un artículo en el que se ve
claramente la subjetividad de su emisor.
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