ADECUACIÓN DEL TEXTO "¿QUÉ ESTUDIAS? IGUALDAD"
La adecuación es la propiedad textual que
refleja las decisiones tomadas por el autor, es decir, el autor tiene en cuenta
todos los elementos de la comunicación.
Este texto titulado “¿Qué estudias? Igualdad”
es de ámbito periodístico (aparece publicado en el periódico local El Periódico de Cataluña). Se trata de
un artículo de opinión, por lo tanto es un texto expositivo-argumentativo. En
este texto encontramos un equilibrio entre la parte expositiva (todos los datos
que da sobre las decisiones de Bibiana Aído, así como la información del
sistema educativo universitario) y la parte argumentativa, especialmente en los
dos últimos párrafos, donde vemos la presencia directa del emisor (“tengo que
dar la razón”, 15, por ejemplo).
Por todo esto, podemos afirmar que las
funciones del lenguaje que encontramos a partes iguales son la referencial (por
la parte expositiva) y la expresiva, reflejada sobre todoe n el uso de la 1ª
persona: “me sorprende” (4), “me parece” (8), “creo” (11), “interpreto” (11),
“tengo” (15), etc. Indirectamente, y unida al uso de la función expresiva,
encontramos la función apelativa, puesto que la autora, por medio de su
opinión, quiere convencer al receptor, o al menos hacerle replantearse su opinión.
Seguidamente, analizaremos el registro. Al
tratarse de un texto periodístico, el registro destacado es el estándar, aunque
se pueden hallar también algunas características del registro coloquial como la
expresión “mal empezamos” (6) o la proforma “cosa” en “la educación es otra
cosa” (19); así como el predominio de las oraciones simples. También
encontramos rasgos del registro culto como los tecnicismos relacionados con la
educación (“formación troncal”, 8; “transversal”, 10) o el sintagma “ámbito
familiar” (20-21); todo esto unido a las subordinadas sustantivas (“es que el
gobierno…”, 3; “propone que…”, 8; “creo que…”, 11) y adjetivas (son
experiencias que hay que saber…”, 22); así como las adverbiales temporales de
la línea 2 (hay dos (“seguía funcionando cuando…” y “quizá cuando los
ciudadanos…”).
Por último, nos fijaremos en la modalización.
La modalización refleja el grado de subjetividad que el autor muestra en el
texto. Primero, analizaremos la modalización valorativa, que se ve en el
léxico: en sustantivos como “respeto” (21), adjetivos como “equivocada” (8),
verbos como “me sorprende” (4) y predicados como “dar la razón” (15). También se
aprecia la valoración en la interrogación retórica de la línea 5 y en las
comillas de los párrafos tercero y cuarto que, además de ser palabras
literales, el autor los carga de ironía. Otros aspectos valorativos serían el
uso de la primera persona (ya comentado en las funciones del lenguaje) y el
cambio de registro (que ya se vio en su apartado correspondiente).
Ahora nos centraremos en la modalización
epistémica, donde se analiza el grado de certeza. En este artículo podemos
afirmar que es el nivel de certeza es alto, ya que abundan la modalidad
oracional enunciativa y el uso del presente (“Los nombres de los ministerios
son a veces inexactos y chocantes”, 1; “Lo que ocurre es…”, 7-8; “No
corresponde a la universidad…”, 15-16; “Una universidad es un centro
especializado…”, 16-17; “La educación es otra cosa…”, 19). Si bien es cierto
que en la línea 2 encontramos un adverbio de duda (“quizá”) que no enturbia el
grado de seguridad y certeza del autor.
Y, finalmente, la modalización deóntica, donde
encontramos bastantes ejemplos de órdenes o consejos al receptor por parte del
autor-emisor: las perífrasis de obligación “debe hacerse” (20) y “hay que saber
asimilar y vivir” (22), así como otras de posibilidad con tintes de orden: “no
puede ser una enseñanza…” (20) y “las diferencias no pueden ser asignaturas”
(21-22). De hecho, el propio autor se auto-ordena: “tengo que dar la razón”
(15).
Por todo ello, el nivel de subjetividad (o
modalización) del texto es muy alto.
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