ANÁLISIS DE LA MODALIZACIÓN ENCONTRADO EN INTERNET
Ellas
Un amigo me envió hace poco una
pequeña noticia que él había encontrado en la página web de la OCDE
(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Estaba dentro de
un documento sobre África y era una menudencia, apenas dos líneas modestísimas.
Traducidas del inglés, decían así: "Las mujeres -no los camiones, no los
trenes, no los aviones- acarrean dos tercios de todas las mercancías que se
transportan en el África rural". Mi amigo se quedó impactado. Y yo
también.
Es una información que enciende
inmediatamente en mi cabeza una catarata de imágenes: cientos de miles de
mujeres, de ancianas y de niñas atravesando en todas las direcciones el
continente, paso a paso, cimbreándose bajo pesadas cargas. Y además llevando
algún niño atado a las espaldas. Para que luego digan (porque aún se sigue
utilizando esa necedad) que somos el sexo débil... Y lo más grandioso es que,
biológicamente, es cierto que los hombres poseen, por lo general, más vigor
físico que las mujeres. Pero la verdadera fortaleza es otra cosa: está hecha de
tenacidad, de aguante, de entrega, de perseverancia. Porque para llegar a China
basta con dar un paso detrás de otro y no parar. Estas mujeres fuertes,
humildes y asombrosas son la espina vertebral de África. Ellas son quienes
sostienen el hogar, quienes cuidan de los niños y los enfermos, quienes gestionan
la economía familiar. Todos los expertos en desarrollo, empezando por el gran
Muhammad Yunus, el inventor de los microcréditos, flamante premio Nobel de la
Paz (¿y por qué no le han dado el de Economía?), saben que las mujeres de los
países pobres, y desde luego las africanas, sacan mejor partido a las ayudas
económicas, que son más eficaces, más laboriosas y fiables.
Mujeres bueyes, mujeres mulas de
carga, resistentes, calladas, austeras y heroicas. Muchas de ellas, millones,
con el clítoris mutilado. Míralas ahí, en tu imaginación, pululando por el mapa
africano, afanosas como hormigas, cada una con su carga en la cabeza. Qué
infinidad de pequeños esfuerzos, cuantísimas fatigas hay que aguantar para
llegar a acarrear dos tercios de las mercancías. Son la esperanza del futuro,
el motor del mundo.
Rosa
Montero, El País, 24 de octubre de
2006
ANÁLISIS DE LA MODALIZACIÓN
DEL TEXTO ELLAS, DE ROSA MONTERO
La modalización
es un concepto que se relaciona directamente con la subjetividad que
manifiesta el emisor en su discurso. Así pues, decimos que un texto está
modalizado cuando es muy subjetivo, es decir, cuando en él encontramos marcas
explícitas del enunciador. Las lenguas nos ofrecen múltiples mecanismos para
modalizar los mensajes, algunos de los cuales se reflejan en el artículo que estamos
comentando.
Destaca, ante
todo, la modalización valorativa, puesto que Rosa Montero transmite su
satisfacción por la desaparición de la escena internacional de algunos
dictadores árabes. Es más, Montero manifiesta su rabia por el apoyo español a
determinados déspotas y por la pésima situación de muchas mujeres maltratadas
en países no occidentales.
En primer lugar,
observamos numerosos deícticos personales que denotan la presencia de la
autora, entre los que subrayamos los verbos "he tenido" (l. 8) y
"miro" (l. 20) así como el pronombre personal "me" de la
línea 8 o el determinante posesivo "mi" de las líneas 1, 5 o 22.
También son sugerentes los plurales inclusivos registrados en ambos
párrafos ("nosotros apoyamos a los malos"; "únicamente nos tienen
a nosotros"), con los que el emisor pretende
que el lector se
adhiera a sus ideas. Asimismo, mediante la deíxis social, Rosa Montero
estrecha el vínculo mantenido entre emisor y destinatario. Para ello emplea
formas verbales ("´déjame", "haces"), pronombres personales
("te") o determinantes posesivos ("tus") pertenecientes a
la segunda persona gramatical.
En segundo lugar,
el copiosísimo léxico valorativo transforma este artículo en un texto
connotativo en el que el enunciador se manifiesta constantemente. Abundan,
sobre todo, los sustantivos ponderativos —aquellos que desprenden una
valoración positiva ("entusiasmo", l.1) o negativa
("indignación", l. 5)— y los adjetivos subjetivos, utilizados
para criticar la tortura ("repulsivo", "terribles",
"atroces") o para elogiar los cambios sociales del planeta
("emocionante", "épicos", "colosal"). Incluso la
incorporación de un enunciado exclamativo en la línea 14 ("¡Y cómo
se mueven!") delata la presencia de un sujeto enunciador que evalúa los
acontecimientos históricos que se están produciendo en su entorno.
Idéntica
valoración aportarían las numerosas metáforas que articulan el discurso.
Así, "el viento de fuego democratizador" (línea 2) haría referencia a
las revoluciones del mundo árabe surgidas durante el invierno de 2011, mientras
que "las fichas del dominó" que se nombran a continuación son una
clara alusión a los dictadores como Mubarack u Obiang. Además, los
"besuqueos" con que España adula a ciertos déspotas sugieren las
buenas relaciones que nuestro país mantiene con algunos tiranos. Y la
"marea silenciosa de heroínas civiles" nombrada en la línea 16 alude
a la multitud de mujeres que desafían el poder y las normas establecidas.
No menos
significativa sería la hipérbole de la línea 14 ("sus pisadas están
cambiando el rotar de la tierra"), con la que se magnifica la rebelión de
las oprimidas.
La expresión
de la cantidad aporta, asimismo, subjetividad en el discurso. Así lo
apreciamos en la utilización de cuantificadores ("demasiado
pequeño, l. 1; "doblemente repulsivo", l. 6; o "muy solas",
l. 21).
Por su parte, la modalización
epistémica deja su impronta en determinadas expresiones de certeza que
ayudan a la articulista a exponer sus planteamientos con convicción ("sí,
los tiranos se han puesto a temblar", l. 4); "sí, hablar de mujeres
en Occidente puede parecer hasta aburrido", l. 10).
Finalmente, Rosa
Montero apela al lector en el último enunciado ("A ver qué haces")
para transmitirle la conveniencia de no permanecer impasible ante hechos tan
luctuosos como los que relata en su artículo, lo que constituye un ejemplo
evidente de modalización deóntica.
En definitiva, tratándose de una columna periodística,
consideramos apropiada la incorporación de todos estos recursos modalizadores,
por lo que estaríamos no solo ante un discurso coherente y cohesionado, sino
también ante un texto adecuado perfectamente construido desde el punto de vista
comunicativo.
Las soluciones no son de este texto. Por favor cambienlas! He intentado hacerlo pero sin las soluciones me es imposible.
ResponderEliminarMíriam, posiblemente lo que haya pasado es que se han movido las líneas al darle este formato. De todas formas, de este no me hago responsable al 100% porque lo encontré en internet, no lo he analizado yo (y no lo tengo hecho).
EliminarEsta es otra que os podría servir :
ResponderEliminarhttp://www.lafotocopiadora.es/Documentos/la-modalizacic3b3n-como-forma-de-adecuacic3b3n-textual.pdf
Esta es otra que os podría servir :
ResponderEliminarhttp://www.lafotocopiadora.es/Documentos/la-modalizacic3b3n-como-forma-de-adecuacic3b3n-textual.pdf
Vale
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