Astronautas
Manuel
Vicent
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El espíritu
humano está generando el sueño de colonizar Marte como una escapatoria para
el día, no tan lejano, en que este mundo se convierta definitivamente en un
basurero inhabitable. Pero ese sueño no es sino una coartada para seguir
destruyendo la Tierra impunemente con la excusa de que en el futuro habrá
otro planeta de repuesto. Más allá de la conquista del sistema solar existe
una aventura galáctica menos complicada en la que todos podemos ser
astronautas. Bastaría con adecentar este mundo, el único que tenemos a mano,
para que se convirtiera en un planeta distinto al que se podría viajar sin
salir de casa. Solo en nuestra pequeña galaxia hay millones de mundos
semejantes a la Tierra que podrían albergar vida, pero es prácticamente
imposible que exista un lugar tan maravilloso en el universo donde se den a
la vez la sinfonía 41 de Mozart y el pan gallego, una escultura de Fidias y
las trufas color violeta del Perigord, los versos de Hörderlin y el balanceo
felino de una mulata caminando por la playa de Copacabana, una madona de
Rafael y los erizos de enero con vino del Rin, la serenidad de Sócrates ante
la muerte y los salmonetes de roca, la duda de Hamlet y la locura de Alonso
Quijano. Otro sueño que genera el espíritu humano es la existencia de seres de
otras galaxias que un día podrían venir a enseñarnos las fuentes de una
energía inimaginable. Pero esos extraterrestres ya están aquí. Son esa gente
corriente que trabaja para que este planeta al que estamos condenados se
convierta en un hogar limpio y confortable. Los pacifistas, los ecologistas,
los naturistas, los esforzados combatientes contra el cambio climático son
los astronautas extraterrestres en esta formidable empresa galáctica. Un
viaje interestelar a ese planeta fantástico se empieza depositando la basura
reciclada en el contenedor apropiado.
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El País.com, 2 de noviembre de 2015
COHERENCIA
El artículo titulado “Astronautas”
escrito por Manuel Vicent y publicado en la versión digital del periódico El País el 2 de noviembre de 2015 trata
el tema de la defensa y concienciación del cuidado de la Tierra.
En resumen, el autor del texto, a
partir del mal cuidado que el ser humano hace del planeta Tierra, advierte de
las consecuencias de esto. Señala razones por las que se ha cuidar el mundo y
muestra a las personas que se preocupan por el medio ambiente y que son un
ejemplo de preocupación por el cuidado de la Tierra.
En lo referente a la estructura
externa, diremos que el texto se compone de un titular (“Astronautas”) y de un
cuerpo argumentativo de veintidós líneas, en un solo párrafo.
A continuación, en cuanto a la
estructura interna, hablaremos en primer lugar de la división del texto en
partes. El texto se puede dividir en tres partes: En las líneas 1-4, el autor
hace una presentación del pensamiento general sobre la Tierra. A continuación,
de la línea 5 a la 17 (hasta “inimaginable”), da la solución para que no haya
consecuencias nefastas y aporta argumentos para que se cuide el planeta. Dichos
argumentos son de ejemplificación (líneas 11 a 15) y de contraste (muestra el
sueño de un “planeta de repuesto” y el sueño de personas que cuidan del
planeta. Por último, de la línea 17 (desde “Pero”) hasta el final, Manuel
Vicent presenta a los que se preocupan por cuidar el planeta e invita a seguir
sus pasos.
En esta última parte podemos
encontrar la tesis, que sería: “Un viaje interestelar a ese planeta fantástico
se empieza depositando la basura reciclada en el contenedor apropiado” (líneas
21-22). En consecuencia, podemos afirmar que la estructura del texto es una
estructura sintetizante, ya que la tesis aparece a final del artículo.
Para terminar de analizar la
coherencia de este texto periodístico, diremos que la progresión temática del
mismo es de temas enlazados: comienza hablando de cómo se destroza el planeta y
de ahí nos lleva al sueño de que habrá otro. Esto se convierte en tema para
introducir el rema de que hay otra solución. A partir de esta solución, aporta
las razones que la justifican. Y, por último, tras convertir las razones en
tema, añade el rema de los que ponen ya en práctica dicha solución.
COHESIÓN GRAMATICAL
La cohesión de un texto hace referencia
a la dimensión sintáctica y semántica del mismo, por lo que es la propiedad
textual por la que se establecen relaciones entre los enunciados que componen
un texto y lo conexionan mediante recursos sintácticos y semánticos.
Los mecanismos que cohesionan un
texto gramaticalmente son la deixis, las proformas, la foricidad, la elipsis,
las relaciones temporales y los conectores textuales.
En primer lugar, empezaremos
analizando la deixis, las cuales no son muy abundantes en este texto. Por
un lado, encontramos deixis personal y la podemos ver en las referencias
al emisor y al emisor de manera conjunta. La vemos tanto en los verbos en 1ª
persona del plural como “podemos” (6), “tenemos” (7) o “estamos” (18), como en
los pronombres personales “enseñarnos” (16), el pronombre indefinido “todos”
(6), y en los determinantes posesivos: “nuestra” (8).
En cuanto a la deixis de tiempo,
podemos señalar los sintagmas nominales “el día” (2) o “un día” (16), y el
adverbio de tiempo “ya” (17). Y, en menor medida, encontramos deixis de
lugar: “aquí” (17), aunque también podría entenderse como anáfora de “la
Tierra” (4).
En segundo lugar, comentaremos
las proformas, de las que encontramos muy poco ejemplos en el texto: “habrá”
(4), que podría sustituirse por “existirá”.
En tercer lugar, trataremos los elementos
de foricidad. Como anáforas, encontramos los pronombres relativos “que”
(en la línea 4 se refiere a “excusa”; en la 6, a “aventura galáctica”; en la 7
a “el único”; en la 8, a un “planeta distinto”; en la 9, a “mundos semejantes”;
en la 15, a “sueño”; en la 16, a “otras galaxias”; en la 17, a “gente corriente”;
en la 18, a “este planeta”) y “donde” (10, “el universo”). También hay anáforas
expresadas con los determinantes demostrativos “ese” (3) para referirse a “este
mundo se convierta definitivamente en un basurero inhabitable” (2-3) y “esos”
(17, para hablar de “seres de otras galaxias…” en la línea 16), o el pronombre
personal “se” (7, señalando a “el mundo”; en la 18 señala a “este planeta”, y
en la 21, a “un viaje interestelar”). No ocurre lo mismo con las catáforas,
que no hay ninguna en el texto.
Seguimos con el comentario de la
cohesión gramatical hablando de las elipsis del texto, las cuales son
bastante escasas. Las elipsis que hay en el texto son de sujeto: “(los seres
humanos) tenemos” (7), “(esos extraterrestres) son” (17) y “(los seres humanos)
estamos condenados” (18).
En cuanto al eje temporal
podemos decir que predomina el presente de Indicativo, por ejemplo “está
generando” (1), “es” (3, 9, 15), “existe” (5), “podemos” (6), “genera” (15), “están”
(17), “son” (17, 20), “estamos” (18), “se empieza” (21). Además, es llamativo
que también predomine el verbo “ser”. Por otra parte, encontramos otros
tiempos: presentes de Subjuntivo (“se convierta”, 2; “exista”, 10; “den”, 10),
futuro simple de Indicativo (“habrá”, 4) y condicionales (“bastaría”, 6; “podría
viajar”, 8; “podrían albergar”, 9; “podrían venir”, 16). Estos tiempos, junto
con alguna otra forma de Subjuntivo, servirían en el texto para mostrar las
posibles consecuencias del tema que trata (el cuidado del planeta).
Por último, comentaremos los conectores,
los cuales no abundan en demasía. Destacan los de contraste: “pero” (3, 9, 17)
y “sino” (3).
COHESIÓN LÉXICO-SEMÁNTICA
En este apartado, comentaremos los elementos de repetición
(repeticiones, palabra clave y familias léxicas) y las relaciones semánticas
entre las palabras (sinonimia, antonimia, hiperonimia, campos semánticos,
isotopía léxica y figuras retóricas).
Empezaremos por las recurrencias,
donde encontramos las siguientes: “astronautas” (titular y 6, 20), “sueño” (1, 3,
15), “mundo” (2, 7, 9), “planeta” (4, 7, 18, 21), “Tierra” (4, 9), “galaxia/s”
(8, 16), etc. De todas las ellas, las palabras clave, por ser las que
mejor recogen el tema del texto, son: “sueño” y “Tierra”.
A continuación, hablaremos de las
familias léxicas. Tenemos “basurero” (3) y “basura” (22), “existe” (5) y
“existencia” (15), “galaxia” (8) y “galáctica” (21).
Pasamos ahora a analizar las relaciones
semánticas. Primero, nombraremos los sinónimos del texto, los cuales
son abundantes. Por un lado tenemos las siguientes parejas: “este mundo” (2) y “la
Tierra” (4), “sistema solar” (5) y “nuestra pequeña galaxia” (8), “aventura
galáctica” (5) y “viaje interestelar” (21). Y, por otro, los tríos formados por
“la Tierra” (9), “un lugar tan maravilloso” (10) y “ese planeta fantástico”
(21), y “seres de otras galaxias” (16) y “extraterrestres” (17) y “esa gente
corriente” (17); ambos son sinónimos contextuales. Otro trío interesante sería “maravilloso”
(10), “formidable” (20) y “fantástico” (21).
Seguidamente, señalaremos los antónimos,
que no son tan abundantes como los sinónimos. Aquí tenemos: “basurero
inhabitable” (3) y “hogar limpio y confortable” (18-19), y “vida” (9) y “muerte”
(14).
En lo referente a las relaciones hiperónimo-hipónimos,
tenemos varias agrupaciones. Primero, el de los “astronautas extraterrestres”
(20) con los hipónimos: “pacifistas” (19), “ecologistas” (19), “naturistas”
(19) y “esforzados combatientes contra el cambio climático” (19-20). Otro grupo
sería el de los planetas, con “Tierra” (4) y “Marte” (1). Una tercera
agrupación sería el de los artistas, con hipónimos como “Mozart” (11), “Fidias”
(11), “Hörderlin” (12) y “Rafael” (13). El cuarto grupo sería el de los personajes
de ficción: “Hamlet” (14) y “Alonso Quijano” (15). Y el último sería el de los
seres vivos: “espíritu humano” (1), “erizos” (13) y “salmonetes de roca” (14).
Hemos podido comprobar la
abundancia de relaciones hiperónimo-hipónimos. Esto mismo lo vamos a encontrar
en cuanto a los campos semánticos, de los cuales encontramos el del “universo”
–línea 10- (“Marte”, 1; “Tierra”, 4; “sistema solar”, 5; y, quizá también, “astronautas”,
6), el campo semántico de las maravillas del mundo (“la sinfonía 41 de Mozart y
el pan gallego, una escultura de Fidias y las trufas color violeta del
Perigord, los versos de Hörderlin y el balanceo felino de una mulata caminando
por la playa de Copacabana, una madona de Rafael y los erizos de enero con vino
del Rin, la serenidad de Sócrates ante la muerte y los salmonetes de roca, la
duda de Hamlet y la locura de Alonso Quijano”, líneas 10-15), y el del cuidado
de la naturaleza (“hogar limpio y confortable”, 18-19; “pacifistas”, “ecologistas”,
“naturistas, “esforzados combatientes contra el cambio climático”, todos en las
líneas 19-20; “basura reciclada”, 22; “contenedor apropiado”, 22).
De todos estos campos semánticos,
podríamos señalar como isotopía léxica el último, el del cuidado de la
naturaleza. Así pues, podemos añadir términos como “basurero inhabitable” (3,
como muestra de lo que no debe ser), “adecentar” (6) y “depositando” (21).
Para finalizar el comentario de
la cohesión léxico-semántica, hablaremos de las figuras retóricas. Podemos
encontrar un símil o comparación en la línea 1: “el sueño de colonizar Marte
como una escapatoria”; vemos dos metáforas en la línea 3: “basurero inhabitable”
(metáfora de que el mundo será como un basurero si no lo cuidamos) y “coartada”
(señala tanto la excusa que se utiliza para ensuciar como lo ilícito de la
acción). También podemos ver una personificación en la línea 15: “genera el
espíritu humano”.
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