viernes, 8 de enero de 2016

COHESIÓN GRAMATICAL - REUNIÓN DE PASTORES, OVEJAS MUERTAS - JULIO 2015

REUNIÓN DE PASTORES, OVEJAS MUERTAS
Maruja Torres

Julio 2015

COHESIÓN GRAMATICAL
     La cohesión de un texto hace referencia a la dimensión sintáctica y semántica del mismo, por lo que es la propiedad textual por la que se establecen relaciones entre los enunciados que componen un texto y lo conexionan mediante recursos sintácticos y semánticos.
     Los mecanismos que cohesionan un texto gramaticalmente son la deixis, las proformas, la foricidad, la elipsis, las relaciones temporales y los conectores textuales.
     La deixis. En este artículo de Maruja Torres no abundan las deixis. Sin embargo, podemos señalar algunas. En cuanto a deixis personales encontramos los siguientes verbos en 1ª persona del plural, que incluyen al emisor y al receptor: “tomemos” (13), “vámonos” (22; verbo con pronombre personal apocopado), “hacemos” (23) y “quedamos” (23). De las que se refieren únicamente al emisor tenemos el pronombre personal “me” (7) y el verbo “vienen” que, sin tener marca del emisor, sí indica dirección hacia el lugar donde él se encuentra.
     Por otra parte, vemos algunas deixis temporales, además de los verbos que se comentarán en su correspondiente apartado. Estas son: la expresión “hace unos días” (1); los adverbios “nunca” (3, 11) y “luego” (23), y el sintagma preposicional “por unas horas” (13).
     Pasamos ahora a tratar las proformas, entre las que encontramos “personas” (13), “cosas” (8), varias formas del verbo “hacer” (6 –sustituible por “se comportan como”-, 9 –utilizado como término general-, 20 –intercambiable por “convierten en”- y 23, donde aparece junto a “declaración”; de manera que podría sustituirse todo por “declaramos” que, además de preciso, es menos extenso).
     A continuación, analizaremos los elementos de foricidad. Empezamos por las anáforas. De ellas predominan las expresadas por pronombres relativos, sobre todo, por “que”: en la línea 7 se refiere a “ejecutivos de empresa”; en la 8, a “la marca”; en la 13, a “la temática”; en la 15, uno a “Líbano” y otro a “Israel”; en la 18, a “los cancilleres de gobiernos”; en la 25, a “ese Mediterráneo” y el de la 26, a “el único abrazo” (hay más, pero solo señalamos una muestra). Otro pronombre relativo que encontramos es “cuyo” (13), cuando habla del Mediterráneo. Otras anáforas aparecen expresadas por el pronombre personal “se” (2, “buscándose”, refiriéndose a “políticos internacionales”; y en la línea 10 habla de “los ejecutivos”) o el pronombre personal “las” en “tratarlas” (4, “las cumbres”). Además, hay determinantes, como el demostrativo de cercanía “estas” de la línea 7 que se refiere a las “grandiosas cumbres” descritas en el primer párrafo. O los determinantes posesivos “su” y “sus”: “su intención” (3, de “los políticos internacionales”), “su mundo” (9, de “los ejecutivos de empresa”), “sus hijos” (10, de “los ejecutivos de empresa”) o “su bandera” (20, de los países nombrados anteriormente) y el sustantivo “paripé”, que se refiere a “una forma estulta de justificar el cargo y el sueldo” (3-4).
     Como vemos, predominan las anáforas en el texto. No ocurre lo mismo con las catáforas, de las que podemos señalar el pronombre personal “se” de la línea 6 que se refiere a “los anfitriones”.
     En cuanto a las elipsis, prevalecen las de sujeto sobre las demás. De ellas podemos señalar: “(las cumbres internacionales) nunca funcionan” (3), “(las cumbres internacionales) existieran más allá…” (5), “(los ejecutivos de empresa) lo que hacen” (9), “(los ciudadanos) hacemos” (23), “(los ciudadanos) quedamos” (23), “(los políticos internacionales) vienen” (23), “(los políticos internacionales) se van” (23), “(los políticos internacionales) viajan” (23), “(los políticos internacionales) desviajan” (23), “(los políticos internacionales) desovan” (23), “(los políticos internacionales) paren” (23), “(los políticos internacionales) no tuvieran vergüenza” (24). Entre el resto de elipsis, destacaremos las de verbos y algún elemento más: “(si existieran más allá) del ir y venir” (5) o “los políticos (lo solucionan) cambiando de cargo… pero nunca (lo solucionan) renunciando…” (12).
     A continuación, analizaremos el eje temporal, el cual es el eje de la simultaneidad, puesto que la inmensa mayoría de los verbos están conjugados en presente. Esto se debe, como dijimos en la coherencia, de que habla de un tema actual. Algunos ejemplos son: “funcionan” (3), “se hacen” (6), “representan” (8), “pasan” (10), “se ve” (17), “atentan” (19), “cree” (21), “mueven” (22), “nacemos” (23), “dicen” (25), “otorga” (26). Si bien es cierto que encontramos algunos verbos en pasado, lo cual es debido a que hace referencia a algún hecho pasado que dan pie a los hechos actuales de los que se habla. Así tenemos pretéritos perfectos simples: “reunió” (1), “fue” (13); algún pretérito imperfecto (“eran”, 14; “estaba”, 14; “estaban”, 18.
     Para terminar, y en lo relativo a los conectores, diremos que destacan los de ejemplificación (“como”, 5, 6, 19, 20, 20, 23, 27). También apreciamos conectores de contraste como “sin embargo” (4) y de adición (“y”: 19, 20, 25).


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