Encontramos un texto perfectamente adecuado,
cohesionado y coherente. Trata de un tema muy vigente en la actualidad, ya que,
aunque fue publicado en 2010, hoy en día todavía nos encontramos con la misma
problemática, por lo que es muy útil socialmente este tema y lo que nos dice el
texto para hacernos reflexionar sobre cómo hay que educar a nuestros hijos. El
tema es tratado en profundidad, ya que lo refuerza con ejemplos y opiniones de
la autora.
Vemos que este texto tiene una función ética
y moral. ¿Por qué?
En mi opinión creo que nos deberíamos
replantear la forma en la que la sociedad está educando hoy en día a sus hijos,
ya que inculcándoles valores como el individualismo, el egocentrismo, y,
además, haciéndoles creer que el mundo está hecho a medida de cada uno de ellos
solo ganamos que, cuando entren en contacto con el mundo real, se lleven una
decepción y nunca satisfagan todos sus deseos y expectativas, que, por culpa de
sus padres, tienen.
Al igual que la autora, defiendo la idea de
que es necesario no preocuparnos tanto de nosotros mismos y más de la sociedad,
de todo lo que nos rodea. En la actualidad, podemos ver diferencias entre niños
que son educados de una forma y de la otra. Dos vecinas mías, por ejemplo,
mientras una solo busca el bien propio y cumplir sus deseos, la otra no solo
busca el bien suyo sino el bien de los que la rodean, dándole más importancia a
la sociedad en general y encontrando la felicidad ayudando a los demás.
(Repite
demasiado lo que dice el texto)
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