El artículo más ingenuo
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Toca hacer la
declaración de la renta. Más dura que nunca este año, cuando los tipos
impositivos han subido y a los ciudadanos comunes apenas nos queda nada para
desgravar. Hacienda somos todos. Eso llevan contándonos mucho tiempo. Hubo
una época en que me lo creí a pies juntillas (…). Ahora sé –sabemos– que
Hacienda sólo somos unos pocos. Los que tenemos la desdicha de cobrar todo en
A o de ser tan honrados que no queremos engañar al fisco, convencidos de que
el fisco –qué palabra tan fea, por cierto– son todos nuestros conciudadanos.
Ahora sé
–sabemos– que la inmensa mayoría de los que realmente ganan mucho se las
apañan para pagar muy poco, o incluso nada. Algunos, de manera ilegal, pero
otros muchos, con el propio aval de unas leyes empeñadas en favorecer a las
grandes fortunas y empobrecernos a los trabajadores. Y sé también que si esas
leyes cambiaran y si los inspectores se dedicaran a perseguir a los grandes
defraudadores y no a la gente común, como parecen estar haciendo, buena parte
de la crisis de este país se resolvería.
Pero si este
año, por primera vez en mi vida, no me sentiré orgullosa de mi patriotismo al
hacer la declaración y pagar lo que me toque sino que la haré con una buena
dosis de indignación, no será tanto por eso como por el destino que van a dar
a mi dinero. He decidido que no quiero seguir contribuyendo a los sueldos de
cargos públicos que no se los merecen. De miembros de partidos o de
sindicatos ineptos, cuando no claramente sinvergüenzas. O de todos esos
asesores que, con suerte, recortan y pegan informes que encuentran en
internet. (…)
Quiero, en
cambio –o, mejor dicho, exijo– que mis impuestos sirvan para pagar sueldos de
maestros y personal sanitario, mejoras en escuelas y hospitales, ayudas a los
discapacitados, pensiones de jubilados, medicinas para los enfermos,
subsidios dignos para los parados, viviendas sociales, becas para estudiantes
necesitados… (…). Quiero que la parte de mi dinero que comparto con los demás
sirva para crear una sociedad más justa y más igualitaria y más feliz, y no
para seguir manteniendo a esa caterva de privilegiados indiferentes a la
suerte de los ciudadanos a los que representan. Lástima que todo esto no sea
más que una ingenuidad.
Ángeles
Caso, Magazine. La Vanguardia, 12
de mayo de 2013
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1. Analiza la cohesión de este texto (cohesión gramatical y cohesión léxico-semántica).
2. Analiza sintácticamente la siguiente oración del texto: “Quiero que la parte de mi dinero que comparto con los demás sirva para crear una sociedad más justa y más igualitaria” (líneas 22-23).
RESPUESTA
El artículo más ingenuo
COHESIÓN GRAMATICAL
La cohesión de un
texto hace referencia a la dimensión sintáctica y semántica del mismo, por lo
que es la propiedad textual por la que se establecen relaciones entre los
enunciados que componen un texto y lo conexionan mediante recursos sintácticos
y semánticos.
Los mecanismos
que cohesionan un texto gramaticalmente son la deixis, las proformas, la
foricidad, la elipsis, las relaciones temporales y los conectores textuales.
La deixis. En
este artículo de Ángeles Caso abundan las deixis. Empezaremos con las
temporales, entre las que podemos señalar los adverbios “nunca” (1), “ahora” (4
y 6); y los sintagmas nominales “este año” (1 y 13), “mucho tiempo” (3), “una
época” (3), etc. También vemos una deixis de lugar: “este país” (12), señalando
a España. Y, en cuanto a las deixis de persona, afirmamos que son las más
abundantes. De ellas encontramos principalmente de las que incluyen al emisor y
al receptor: lo vemos en los pronombres personales “nos” (2, 3) y los verbos en
1ª persona del plural: “somos” (2), “sabemos” (4, 7), “tenemos” (4). Asimismo,
las deixis de persona referidas al emisor son, por ejemplo, los determinantes
posesivos “mi” (13, 13, 15, 22) y “mis” (19); el pronombre personal “me” (13,
14), y los verbos en 1ª persona del singular: “creí” (3), “sé” (4, 7, 10),
“sentiré” (13), “haré” (14), “he decidido” (15), “quiero” (15, 19, 22), “exijo”
(19), “comparto” (22).
Pasamos ahora a
tratar las proformas, las cuales no son muy abundantes en el texto. Entre ellas
encontramos varias formas del verbo “hacer”: en las líneas 1, 13 y 14 podríamos
sustituirlo por “cumplimentar”, si bien es cierto que en estas dos últimas
líneas sería más difícil por estar muy seguidas y no se debería repetir el
verbo. En la línea 12 encontramos “haciendo”, pero más que proforma es una
sustitución anafórica del verbo “perseguir” de la línea anterior.
A continuación,
analizaremos los elementos de foricidad. Empezamos por las anáforas,
concretamente por el pronombre demostrativo “eso”, que en la línea 3 se refiere
a “Hacienda somos todos”, y en la 15, a “una buena dosis de indignación”.
También son anafóricos los pronombres personales “se” (en la 7, refiriéndose a
“la inmensa mayoría…”, y en la 16 para “cargos públicos”), “la” (14,
“declaración de la renta”), “los” (14, refiriéndose a “los sueldos”). Y los
pronombres relativos: “que” (18, y se refiere a “informes”; 22, “dinero”) y
“los que” (24, señalando a “los ciudadanos”). Por último, en cuanto a las
anáforas, encontramos un grupo pronominal, “todo esto” (25), que se refiere a
todo lo dicho en ese último párrafo.
Esta abundancia
de elementos anafóricos no la encontramos en lo relativo a las catáforas. De
ellas vemos el pronombre indefinido “unos pocos” (4), que sabemos que son “Los
que tenemos…conciudadanos” (4-6); y el pronombre personal “nos” en “empobrecernos”
(9) para referirse “a los trabajadores”.
En cuanto a las
elipsis, prevalecen las de sujeto sobre las demás. De ellas podemos señalar: “(yo)
me lo creí” (3), “(yo) sé” (4, 7 y 10), “(los ciudadanos) sabemos” (4 y 7),
“(los ciudadanos) queremos” (5), “(los inspectores) parecen” (11), “(yo) no me
sentiré” (13), “(yo) he decidido” (15), “(yo) quiero” (15, 19, 22), etc.
También vemos elipsis de verbos y de predicados, aunque no son tan abundantes:
“(lo hacen) de manera ilegal” (8), “(lo hacen) con el propio aval” (8),
“(perseguir) a la gente común” (11), “(sea) una ingenuidad” (25). Por último,
señalamos una elipsis de sujeto y verbo: “(La declaración de la renta será) más
dura” (1).
A continuación,
analizaremos el eje temporal, el cual es el eje de la simultaneidad, puesto que
la inmensa mayoría de los verbos están conjugados en presente. Esto se debe,
como dijimos en la coherencia, a que trata un tema de actualidad. Algunos
ejemplos son: “toca” (1), “queda” (2), “somos” (4), “sabemos” (7), “sé” (10),
“van” (15, aunque forma parte de una perífrasis), “merecen” (16), “recortan y
pegan” (18), “quiero” 822), etc. Aun así, también podemos apreciar verbos en
pasado, como el pretérito perfecto compuesto (“han subido”, 2; o “he decidido”,
15), que, aunque es un tiempo pasado, sus efectos se notan en el presente por
lo cercano que se encuentra a este. Otros pasados son los pretéritos perfectos
simples: “hubo” y “creí” (ambos en la línea 3), para hacer referencia a un
momento del pasado. Igualmente, aparecen verbos en futuro, como “sentiré” (13)
o “haré” (14), que, al igual que el condicional “resolvería” (12) o los
subjuntivos en pretérito imperfecto (“cambiaran” y “dedicaran” en la línea 10)
remiten al lector a posibles situaciones futuras.
Para terminar, y
en lo relativo a los conectores, diremos que encontramos conectores textuales
de contraste: “pero” (8 y 13), “en cambio” (19); de manifestación de la
opinión, como “por cierto” (6) o “con suerte” (17); y de reformulación: “mejor
dicho” (19).
COHESIÓN
LÉXICO-SEMÁNTICA
En este apartado,
comentaremos los elementos de repetición (repeticiones, palabra clave y
familias léxicas) y las relaciones semánticas entre las palabras (sinonimia, antonimia,
hiperonimia, campos semánticos, isotopía léxica y figuras retóricas).
Empezaremos por
los elementos de repetición, concretamente por las recurrencias. Entre ellas
encontramos “declaración” (1 y 14), “Hacienda” (2, 4), “fisco” (dos veces en la
línea 5; además, es sinónimo de “Hacienda”), “pagar” (8, 14), “leyes” (9, 10),
etc. De este grupo, sacaremos la palabra clave, que es “Hacienda”. Podríamos
señalar también los términos “pagar” o “declaración” junto a “Hacienda” como
palabras clave, por su importancia en el tema del texto.
En lo que a
familias léxicas se refiere, señalaremos “ingenuo” (titular) e “ingenuidad”
(25), “conciudadanos” (6) y “ciudadanos” (24), “perseguir” (10) y “seguir”
(15), “impuestos” (19) e “impositivo” (1).
Pasamos ahora al
bloque de las relaciones semánticas, empezando por la sinonimia, la cual no
abunda en el artículo: “desdicha” (4) y “lástima” (25), “Hacienda” y “fisco” (4
y 5).
En cuanto a los
antónimos, predominantes en el texto, señalaremos: “una época” (3) y “ahora”
(4); “honrados” (5) y “sinvergüenzas” (17); “mucho” (7), “muy poco” (8) y
“nada” (8); “favorecer” (9) y “empobrecernos” (9); “defraudadores” (11) y
“gente común” (11); “recortan” y “pegan” (ambas en la 18).
Seguimos con la
hiperonimia, donde encontramos hipónimos como “escuelas” y “hospitales” (ambos
en la línea 20), que serían hipónimos del hiperónimo “edificios”; y del
hiperónimo “trabajadores” (10) encontramos los siguientes hipónimos:
“inspectores” (10), “asesores” (17), “maestros” (20), “personal sanitario” (20).
Otro hiperónimo sería “ayudas” (20) con los hipónimos “pensiones” (21),
“subsidios” (21) y “becas” (22).
En relación con
esto, hablaremos de los campos semánticos. Aquí vemos varios campos. En primer
lugar, señalamos el campo de la economía, con términos como: “declaración de la
renta” (1), “crisis” (12), “dinero” (15), “sueldos” (16), “ayudas” (20), “pensiones”
(21), “jubilados” (21), “subsidios” (21), “parados” (21), “viviendas sociales”
(21-22), “becas” (22). Otro campo semántico sería el de la medicina: “personal
sanitario” (20), “hospitales” (20), “discapacitados” (20), “medicinas” (21),
“enfermos” (21). También apreciamos el campo de la enseñanza”: “maestros” (20)
y “escuelas” (20).
De todos estos
campos semánticos, el más importante, el que resume el contenido del texto, es
decir, la isotopía léxica, sería el de la economía. Aquí podríamos añadir
palabras como “pagar” (14), “contribuyendo” (16), “cargos públicos” (16),
“miembros de partidos o de sindicatos” (16-17), “asesores” (17).
Finalizando el
comentario, comentaremos las figuras retóricas. Encontramos metáforas como
“Hacienda somos todos” (4), para decir que todos pagamos impuestos, o “cobrar
todo en A” (4-5), expresando la legalidad de los cobros. También tenemos una
metonimia en la línea 9: “las grandes fortunas” (serían personas con grandes
fortunas).
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