El diputado más joven
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No entiendo
la que se ha montado alrededor del bebé de Bescansa. Ni que un bebé pueda
generar polémica. Bueno sí. Porque llevar un niño al trabajo es una realidad
incómoda. Porque los niños molestan. Claro que hay guarderías en el Congreso
pero lo que la diputada ha querido poner de manifiesto en ese primer día de “cole
parlamentario” es que la conciliación familiar en este país son los padres.
La madre, más concretamente.
¿Era
necesario llevar su vástago al tajo? No, claro que no. Porque Bescansa tiene
opción. Pero justo en ese primer día, ése en el que las cámaras estaban
apuntando, ha puesto el dedo en la llaga. La visibilidad de los niños en el
terreno laboral es material sensible.
Alguna vez,
veo uno, como si fuera un unicornio. El progenitor –generalmente la madre- lo
trae al trabajo porque está malito, es festivo o directamente no tiene con
quién dejarlo. Y el entorno se hace el comprensivo pero en el fondo piensa
que menuda impresentable porque la oficina no es lugar para los pequeños. (…)
Pero ¿qué
ocurriría si el trabajo sí fuera lugar para niños? Si la conciliación fuera
un hecho. Hace años, una eminente investigadora de este país le comentó que
pudo ser quien es porque tuvo la fortuna de que le colocaran una cuna en su
despacho y poder atender criar a su hijo mientras trabajaba. De esto hace más
de 20 años.
Mientras, en
una dimensión paralela, las mujeres tendrán que aguantar tanto si no agotan
la baja maternal porque aman su carrera como si la amplían para disfrutar de
su descendencia.
Sonia
Valiente, Las provincias digital,
14 de enero de 2016
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Vamos a realizar el comentario de
la coherencia del artículo titulado “El diputado más joven”, escrito por Sonia
Valiente y publicado en Las provincias
digital el día 14 de enero de 2016.
El tema de este texto
podría enunciarse como la crítica a las dificultades para conciliar la vida
familiar y laboral. En resumen, este artículo comienza hablando del
hecho de que una diputada llevó a su hijo al Congreso. A partir de ahí, la
autora plantea las dificultades que tienen los padres para conciliar la vida
laboral y familiar en este país. También deja entrever que esta situación no
parece arreglarse por el momento.
En cuanto a la estructura
externa del artículo, podemos decir que se compone de un titular (“El diputado
más joven”) y de un cuerpo argumentativo de dieciocho líneas divididas en cinco
párrafos de parecida extensión.
* (OPCIÓN 1 DE RESPUESTA) En lo referente
a la estructura interna, podemos dividir el texto en tres partes: de la
línea 1 a la 5, donde presenta los hechos (el caso de Bescansa); una segunda
parte de la línea 6 a la 16, donde la autora hace unas reflexiones sobre la
conciliación familiar y laboral con ejemplos de situaciones de conciliación. Por
último, el último párrafo sería la conclusión a la que llega la autora (da su
opinión sobre la conciliación familiar y laboral).
* (OPCIÓN 2 DE RESPUESTA) En lo referente
a la estructura interna, podemos dividir el texto en tres partes: la
primera, de la línea 1 a la 5, donde presenta los hechos (el caso de Bescansa);
una segunda parte de la línea 6 a la 12, donde la autora hace unas reflexiones
sobre la conciliación familiar y laboral. Por último, el resto del texto sería
la conclusión a la que llega la autora; en ella la autora da su opinión sobre
la conciliación familiar y laboral, pone ejemplos y se plantea la posibilidad
de que fuera posible dicha conciliación.
A continuación, hablaremos de la tesis
y del tipo de estructura del texto según su localización. Según la
primera opción de respuesta, la tesis es explícita: “Mientras, en una dimensión
paralela, las mujeres tendrán que aguantar tanto si no agotan la baja maternal
porque aman su carrera como si la amplían para disfrutar de su descendencia”
(17-18). Por lo tanto, la estructura será sintetizante.
Según la opción 2, la tesis,
también explícita, sería: “¿qué ocurriría si el trabajo sí fuera lugar para
niños? Si la conciliación fuera un hecho” (13). En consecuencia, la estructura
sería sintetizante.
Esta tesis se apoya en una serie
de argumentos: encontramos principalmente argumentos de ejemplificación (el
caso de Bescansa, el de la mujer que lo lleva a la oficina y el de la
investigadora); pero también los hay de contraste, cuando enfrenta el caso de
Bescansa con el de la investigadora o el de las madres que tendrán que elegir y
aguantar. Otro tipo de argumento es el de las aseveraciones de amplia
aceptación: “la conciliación familiar en este país son los padres. La madre,
más concretamente.” (4-5).
Para terminar de analizar la
coherencia, hablaremos de la progresión temática, que es de tema
constante, ya que el tema sería la difícil o imposible conciliación familiar y
laboral y los remas: el caso de Bescansa, el trabajo no es lugar para niños, el
trabajo podría ser lugar para niños, el caso de la investigadora y que la
situación no va a cambiar.
COHESIÓN GRAMATICAL
La cohesión de un texto hace referencia a la dimensión
sintáctica y semántica del mismo, por lo que es la propiedad textual por la que
se establecen relaciones entre los enunciados que componen un texto y lo
conexionan mediante recursos sintácticos y semánticos.
Los mecanismos que cohesionan un texto gramaticalmente son la
deixis, las proformas, la foricidad, la elipsis, las relaciones temporales y
los conectores textuales.
Empezando el comentario por la deixis, diremos que encontramos
ejemplos de todos los tipos, aunque no muy numerosos. Hay deixis personal del
emisor en los verbos en 1ª persona: “entiendo” (1) y “veo” (9). La deixis
temporal la encontramos en el adverbio “mientras” (17), en el sintagma nominal “alguna
vez” (9) y en las oraciones temporales “hace años” (14) y “hace más de 20 años”
(16). Y la deixis de lugar la vemos en el sintagma nominal “este país” (4, 14).
En cuanto a las proformas, diremos que no predominan
en el texto, por lo que deducimos que su lenguaje está muy cuidado. Aún así,
podemos señalar el verbo “hay” (3), sustituible por “existe”; el verbo “se hace”
(11), que podríamos cambiar por “se comporta como”; y el sustantivo “hecho”,
intercambiable en este contexto por “realidad”.
Pasamos a continuación a comentar los elementos de foricidad,
donde imperan las anáforas. En primer lugar hablaremos de “ese”, tanto el
determinante como el pronombre de la línea 7, ya que ambos se refieren a “ese
primer día de ‘cole parlamentario’” (4). También encontramos una serie de
pronombres cuyo referente es el mismo: “el niño”. Estos son: el indefinido “uno”
(9) y el personal “lo” (9 y 10). Otro pronombre personal con función anafórica
sería “se” (10) para referirse a “el entorno”. Otros dos elementos anafóricos
para señalar a “una eminente investigadora” son el pronombre personal “le” (15)
y el determinante posesivo “su” (15). Y otra pareja que comparte referente, en
este caso “las mujeres” (17), son los determinantes posesivos “su” (hay dos
determinantes “su” en la línea 18). En esa misma línea, tenemos “la” para
referirse a “la baja maternal” (18).
En lo relativo a las catáforas, encontramos dos ejemplos: “la
que” (1) para hablar de “polémica” (2); y “lo que” (3), refiriéndose a “conciliación
familiar” (4).
Seguidamente, analizaremos las elipsis del texto, de
las que diremos que las hay de varios tipos. Las que abundan son las de sujeto:
“(Bescansa) ha puesto” (7), “(el niño) fuera un unicornio” (9), “(el niño) está
malito” (10), “(ese día) es festivo” (10), “(la madre) no tiene…” (10), “(el
entorno) piensa” (11), “(la investigadora) pudo ser” (14), “(sus jefes) le
colocaran” (15) o “(las mujeres) aman… (las mujeres) amplían” (18). También encontramos
elipsis de predicados (con o sin complementos): “sí (puede un bebé generar
polémica)” (2), “(llevar el niño al trabajo es una realidad incómoda porque los
niños…” (2-3), etc. También las encontramos de sujeto y verbo: “(la
conciliación familiar es) la madre, más concretamente” (5) o “piensa que (la
madre es) menuda impresentable” (11); y de preposición: “y (por) poder atender”
(15).
Posteriormente, hablaremos de los conectores. De ellos
encontramos iniciadores del discurso como “bueno” (2); de causa como “porque”
(en la 2 dos veces, 6 y 11); de manifestación de la opinión: “claro” (3); de
contraste tenemos “Pero” (6, 11, 13), y de adición: “y” (10).
Para terminar, analizaremos el eje temporal del
texto. El tiempo verbal que predomina es el presente, con verbos como “entiendo”
(1), “es” (2), “hay” (3), “son” (5), “tiene” (6), “veo” (9), “está” (10), “piensa”
(12), “hace” (14), “agotan” (17) o “aman” (18). Unidos a este presente,
encontramos algún ejemplo de pretérito perfecto compuesto, muy cercano al
presente: “ha montado” (1), “ha querido” (3), “ha puesto” (7). Esto se debe a
la actualidad del tema. Por ello, el eje temporal es el de la simultaneidad. De
todas formas, también aparecen verbos en pasado, como el imperfecto “era” (6), “estaban”
(7) o “trabajaba” (16). Estos verbos son usados para hacer referencias a hechos
pasados, sobre todo cuando apoya la tesis en los ejemplos. Por otro lado, vemos
que la autora plantea situaciones futuras o posibles, para lo cual hace uso de verbos
en Subjuntivo (pretérito imperfecto, como “fuera”, 9, 13, 13), en condicional (“ocurriría”,
13) y en futuro simple (“tendrán”, 17).
COHESIÓN
LÉXICO-SEMÁNTICA
Los mecanismos de cohesión
léxico-semántica son elementos que dan cuenta de la unidad y cohesión de
significado del texto. Estos pueden ser de repetición (recurrencia, palabra
clave y familia léxica) o de relación semántica (sinonimia, antonimia,
hiperonimia, campos semánticos, isotopía léxica y figuras retóricas).
Comenzando por los recursos de
repetición, señalaremos como recurrencias palabras como “No” (1, 6, 6, 10,
11, 17), “bebé” (1, 1), “Bescansa” (1, 6), “niño/s” (2, 3, 8, 13), “trabajo” (2,
10, 13), “diputado/a” (titular, 3), “primer día” (4, 6), “conciliación” (4,
13), “madre” (5, 9), etc. De todas ellas podemos elegir como palabra clave
“conciliación”, o bien dos: “niño” y “trabajo”. Ambas opciones resumen el
contenido del texto.
Por otro lado, y al contrario que
las recurrencias, aparecen pocas familias léxicas: “trabajo” (2) y “trabajaba”
(16), “madre” (5) y “maternal” (18), “visibilidad” (8) y “veo” (9).
En cuanto a las relaciones
semánticas, empezaremos a analizar la sinonimia, donde encontramos
parejas como “trabajo” (2) y “tajo” (6), “atender” y “criar” (ambas en la línea
15), “oficina” 811) y “despacho” (15); el trío “padres” (5), “madre” (5) y “progenitor”
(9), y el grupo formado por “niño” (2), “vástago” (6), “los pequeños” (12), “hijo”
(15) y “descendencia” (18).
En lo que se refiere a antónimos,
también el texto da buena cuenta de ellos: “no” (1) y “sí” (2); “progenitor”
(9) y “descendencia” (18), y todos sus sinónimos; “agotan” (17) y “amplían”
(18), etc.
Pasamos a los grupos de palabras
que comparten algún sema. En primer lugar, hablaremos de las relaciones de hiperonimia.
De ella encontramos dos ejemplos: uno en el que el hiperónimo sería las
profesiones (aunque no esté presente en el texto) y cuyos hipónimos serían: “diputada”
(3) e “investigadora” (14); y el otro sería el formado por el hiperónimo “progenitor”
(9) y por el hipónimo “madre” (5).
En segundo lugar, comentaremos
los campos semánticos, de los que hallamos varios en el texto. Por un
lado, tenemos el de los niños pequeños, con términos como “bebé” (1), “niño”
(2), “guarderías” (3), “madre” (5), “cuna” (15). Otro campo semántico sería el
del Congreso: “diputado” (titular), “cole parlamentario” (4) y “Bescansa” (6). También
aparece el campo semántico de la familia: “padres” (5) y todos sus sinónimos, e
“hijo” (15) y todos sus sinónimos. Otro campo sería el del trabajo, formado por
“tajo” (6), “terreno laboral” (8), “el entorno” (10), “oficina” (11), “despacho”
(15), “baja maternal” (17), “carrera” (17), etc. Y, finalmente, el campo de las
mujeres-madres: “madre” (5), “vástago” (6), “hijo” (15), “mujeres” (17), “baja
maternal” (17).
En tercer lugar, señalaremos como
isotopía léxica la unión de dos campos semánticos: el del trabajo y el
de las mujeres-madres, puesto que como palabras clave señalamos “niño” y “trabajo”,
o bien “conciliación”; además de que estas palabras resumen la situación que se
quiere denunciar en este artículo.
Para terminar el comentario de la
cohesión léxico-semántica, analizaremos las figuras retóricas. Encontramos
una metonimia en la línea 7: “las cámaras”, ya que se refiere a los fotógrafos.
En esa misma línea hay una metáfora: “ha puesto el dedo en la llaga”, para
decir que ha tocado un tema delicado. También encontramos una muestra de ironía
en la línea 17: “en una dimensión paralela”. Es ironía puesto que lo que se
supone que sucede en esa dimensión es la situación real. Tiene sentido después
de hablar de un caso de conciliación familiar frente a todos en los que es
imposible y continuará siéndolo (según la autora).
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